No hay debate posible. La inabarcable despensa de Castilla y León tiene un rey absoluto y cuyo trono nadie discute: el lechazo asado. Que no confundir con el cordero. Una realidad imperante en cada rincón de la Comunidad y que ahora se ha visto refrendada por los números. Un reciente estudio delCIS sitúa a este manjar autonómico como el plato «más representativo» de Castilla y León para el 36,4 por ciento de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas. Un peso vivo de 9 a 12 kilogramos, sin destetar y una edad máxima de 35 días son las características que definen a este emblema de la gastronomía regional.
«El lechazo asado al estilo tradicional, como forma de socialización representativa de la región de la que es originario, ha trascendido su carácter regional y se ha posicionado como uno de los estandartes de la cocina española, transmitiendo los valores de nuestra cultura, nuestra historia y, en definitiva, de nuestras gentes», recoge el último estudio publicado por la Asociación de Asadores de Lechazo de Castilla y León, cuyo gerente,Rafael Peña, explica a este periódico que es un «plato emblemático».«Es el más característico de la Comunidad y se asocia con la celebración».
Peña no oculta la alegría de que el estudio del CIS sitúe al lechazo asado como el más emblemático de Castilla y León, aunque reconoce que no le extraña:«Hay una tradición muy grande detrás de este plato, hay referencias muy antiguas a su elaboración, que no era de consumo diario, sino ocasional». «En Castilla y León no hay una boda que no lleve lechazo asado tradicional, cuando celebras algo lo rubricas con un lechazo, hay un montón de motivos para celebrar con lechazo», resume el gerente de la Asociación.
Una serie de factores que llevan al colectivo de Asadores de Lechazo de Castilla y León a solicitar a la Junta que lo declare como Bien de Interés Cultural(BIC) inmaterial. «Se lo hemos pedido en varias ocasiones, presentando informes que lo acreditan, pero no nos han hecho caso», lamenta Peña, que confía en que este espaldarazo del CIShaga reflexionar al Ejecutivo regional.
También pide a las administraciones públicas hacer «pedagogía» con la diferencia entre lechazo y cordero. «Somos una comunidad de asado. La gente habla del cordero como habla del lechazo, y no es lo mismo. Es como un genérico, y desde la asociación intentamos diferenciarlo. Intentamos hacer esa distinción».
Otros platos emblemáticos.
Una pedagogía que se evidencia en el propio estudio del CIS, que sitúa como segundo plato más emblemático de Castilla y León, precisamente, al cordero asado, con el 16,8% de los encuestados. Cierra el podio otro manjar que se cocina al horno tradicional, como es el cochinillo asado, muy vinculado a la provincia de Segovia. «¿Cuál cree Ud. que es el plato más típico y representativo de la gastronomía de dicha Comunidad autónoma?». Bajo esta pregunta del CIS, y tras los tres grandes asados, se sitúan otra serie de elaboraciones y productos que los encuestados sitúan como referentes en la gastronomía regional. El jamón ibérico, el cocido o el chuletón son algunos de los platos elegidos. Ya en menor medida se sitúan preparaciones más genéricas como la tortilla de patata, el arroz, la paella, el cocido montañés, y los callos. Un conjunto de alimentos que bien podrían surtir un gran banquete 'made in Castilla y León'.