Un desprendimiento en la zona interior de la puerta de acceso habitual a San Miguel obligó ayer a cerrar esta parte del templo hasta que se estudie la zona que ha sufrido daños y se proceda a su arreglo, según informó ayer la Diócesis.
Tras percatarse de la caída de varios trozos de la cubierta de la iglesia parroquial, las autoridades eclesiásticas comunicaron lo acaecido a Patrimonio. Acto seguido, se procedió a instalar un andamiaje para estudiar la zona y proceder a su arreglo.
Por este motivo, la puerta quedará cerrada hasta nuevo aviso, por lo que el acceso al templo se realizará por la que da a las calles Mayor Antigua y Doctrinos, a los pies de la torre, es decir, donde se celebra el acto de Prendimiento durante la procesión del Martes Santo.
Cabe recordar que en 2016, el templo capitalino ya fue objeto de obras para reparar los daños ocasionados por el agua acumulada en los tejados de la cara norte y en septiembre del año pasado, en la nave lateral izquierda, se trabajó para fijar morteros, limpiar y supervisar las plementerías y nervios.