«El espectáculo habla de la condición humana de un pijo»

Pablo Torres
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Rafa Maza se subirá este domingo, a las 18,30 horas, a las tablas del TeatroOrtega. Lo hará encarnando a su popular personaje Fabiolo, una persona pudiente que acercará a los espectadores al mundo de la IA y los algortimos a través del humor

«El espectáculo habla de la condición humana de un pijo» - Foto: LUIS MALIBRAN

Una vez sobre el escenario, Rafa Maza se convierte en Fabiolo, una persona pudiente con alto poder adquisitivo y amante de las nuevas tecnologías. Este personaje ficticio es el protagonista del espectáculo Fabiolo connection: match to the future, cuya gira tiene su paso por el Teatro Ortega este domingo. 

Desde 2008, el humorista Rafa Maza encarna a su segunda personalidad. Comenzó haciéndolo para protagonizar su teatro de calle en el madrileño parque del Retiro y, a partir de 2012, lo llevó a los escenarios para acercar a los espectadores su humor y su pasión por las nuevas tecnologías. 

Cabe señalar que el humorista ha estrenado recientemente su nuevo show, El genoma del pavo, también con Fabiolo como protagonista. 

 

En sus espectáculos interpreta a un personaje ficticio llamado Fabiolo. ¿Cuánto de ese personaje hay en usted?

Su visión bufonesca de la vida. La fábula que cuenta Fabiolo sobre la actualidad tiene mucho que ver con los temas que a mí me interesan. Debo decir que, en el fondo, no es tan pijo como parece. 

 

¿Cómo surgió este personaje?

El personaje lleva conmigo desde el 2008. Me gusta decir que nació en la calle porque es así. Surgió en el parque del Retiro haciendo malabares con raquetas y vestido de tenista. A partir de ahí, fue desarrollando sus improvisaciones con el público y haciendo su pequeño show.

A finales de 2012, Fabiolo entró por primera vez a una sala de teatro y, desde entonces, no se ha bajado del escenario. 

Tengo tres espectáculos con este personaje, los cuales constan de tres historias diferentes. El tercero, que acabo de estrenar, es El genoma del pavo.

 

El show con el que llega a Palencia este domingo, Fabiolo connection, cuenta con un hilo argumental. ¿Lo asemeja más a una obra de teatro o a un monólogo?

En inglés se define perfectamente con el término one man show.

Tengo formación teatral y he trabajo con varias compañías. Me gusta mucho el género clown, el circo, el teatro gestual, cantar, etc. Todo lo quiero meter en los espectáculos de Fabiolo hilándolo con una buena dramaturgia. Aunque hay improvisación, no dejo de contar una fábula a través de este personaje. 

Mis espectáculos son el recorrido de este antihéroe y sus peripecias. Su visión aparentemente superficial de las cosas se combina con la riqueza de su imaginación, lo que nos lleva a un mundo diferente a través de los juegos de palabras. Sus chistes esconden un poco de algo que nos hace pensar. 

 

Esa dramaturgia que introduce en sus espectáculos, que hace que no sean meros monólogos, conlleva una mayor dificultad en su elaboración y ejecución

Los espectáculos se van haciendo. Fabiolo connection, por ejemplo, tiene más de cinco años y, desde entonces, se ha ido enriqueciendo con cada actuación. Van surgiendo detalles, improvisaciones con el público, etc.

Por poner un ejemplo, recuerdo que cuando cree el espectáculo había una parte en la que simulaba encontrarme con Juan Carlos I en una jaima en Abu Dabi. Esto fue antes de que se fuera allí, así que, cuando anunció su marcha, tuve pie a desarrollar y darle más chicha a esa parte del show.

 

¿Cómo es el salto de la interpretación al monólogo?

El texto en sí ya trata de ser cómico. Luego, la historia se va montando. El día a día de subirte al escenario hace que sientas en qué partes el público se ríe más. Es él el que te dice dónde incidir. 

Cuando nos enfrentamos a la creación de un texto y lo ponemos en escena solemos pensar que algo sobra. Debemos tomarlo al revés: cuando parezca que sobra algo, es que falta. 

Fabiolo connection aborda el tema de la Inteligencia Artificial y los algoritmos. Hace cinco años, el público no estaba tan familiarizado con estos conceptos, pues no eran una problemática real como lo están siendo ahora. Cuando escribí el espectáculo ni siquiera existía Meta como tal. Ahora, hay un espacio que el público entiende. 

Lo mismo ocurre con el nuevo espectáculo, en el que hablo de la genética. Este tema va a dar mucho que hablar. 

 

¿No le da vértigo hablar de cosas tan complejas en un show de comedia?

En realidad no son tan complejas. Me gustaría contar mucho más sobre estos temas porque soy un auténtico apasionado. 

Al fin y al cabo, el teatro debe contar lo fascinante que es vivir el presente y enlazarlo con la problemática de que somos humanos y, por ello, no podemos jugar a ser dioses. Ya sabemos que la condición humana trae eso: el drama por intentar conseguir ser más felices.

Mis espectáculos hablan de la condición humana, pero con humor. En este caso, dicha condición se aborda desde un personaje pijo, con una visión más desahogada y superficial de la vida. 

 

¿Recurre a los estereotipos para su personaje?

Fabiolo tiene su propia idiosincrasia, no hace falta compararlo. Tiene su propia personalidad y no cae en los clichés. Sus frases «¡qué pavo!» o «¿en serio?» se quedan marcadas en los espectadores, pero sin llegar a abusar de otras expresiones que la gente tiene metidas en la cabeza cuando piensa en un pijo. 

Precisamente, funciona por eso. He descubierto que, a través de su arquetipo, Fabiolo es alguien a quien todos aspiramos a ser. Podemos envidiar a aquellos a los que los problemas de la vida no les resultan tan importantes como al resto de los mortales.

 

Es muy activo en redes sociales. ¿Cómo influyó la aparición de estas plataformas para usted?

Les debo mucho. No soy una persona que comenzó en las redes sociales sino en los escenarios, aunque me ayudé de ellas para darme a conocer. El tipo de humor que hago en las redes es el mismo que el del teatro, y viceversa.