Agricultura de secano, envejecimiento de la población y altos valores paisajísticos y culturales son algunas características comunes a  la inmensa mayoría de municipios de Tierra de Campos. Unas características que también comparte y que ha puesto en valor el Ayuntamiento de Marcilla de Campos, meredor del primer premio Fuentes Claras de la Junta de Castilla y León por el proyecto Tradición, historia y naturaleza.

En él, la localidad pone el foco en algo que la hace único: sus gentes. Juntos, han puesto en práctica un programa interdisciplinar e intergeneracional que trabaja áreas curriculares con especial incidencia en el conocimiento del medio natural y social y muy dirigido a la educación ambiental.

Al calor del mismo, han recuperado arquitectura popular (caseta de huertas, palomar, bodega, pajar, herradero, caseta de guardaviñas y hasta un pequeño aprisco o una laguna dotada de carteles interpretativos). Todo ello enriquecido con contenidos tales como enseres, maquinarias, objetos, historias, animales y la recopilación de palabras «moribundas» (sobre objetos en desuso). Recursos, todos ellos, que se han puesto al servicio de turistas, visitantes, grupos o colegios a través de itinerarios guiados o a por medio de un código QR.

El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, apostó durante la entrega de premios por «revitalizar» y no dejar «morir» a los pequeños municipios.

También fueron reconocidos el Ayuntamiento de Miranda de Azán (Salamanca), la junta administrativa de Panizares de la Merindad de Valdivielso (Burgos), la Asociación Guzmán Renovable (Guzmán, Burgos), la Asociación Cultural Collalba (Cilleruelo de Abajo, Burgos) y Cuca Cuatro Caminos (Herguijuela de la Sierra, Salamanca).