Los dueños de perros estarán obligados a portar una botella con una solución jabonosa y a limpiar los orines cuando sus canes miccionen en la vía pública. Esta norma se incorporará a la nueva ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales de compañía en la que ya está trabajando la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento y que, si no surgen retrasos, entrará en vigor este año.

Uno de los aspectos en los que va a incidir el nuevo texto es en la limpieza. «Además de hacer hincapié en que la gente recoja los excrementos de sus animales, algo en lo que estaremos mucho más vigilantes, vamos a establecer la obligatoriedad de llevar una botellita con alguna solución de agua y jabón o vinagre de limpieza, en todo caso que sea biodegradable», explica el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas.

«La orina de los perros genera mucha suciedad en la ciudad: corroe el mobiliario urbano, mancha paredes, esquinas, farolas, papeleras, bancos... Así que pretendemos que en el momento en el que el perro miccione, su dueño diluya el orín con ese líquido. Eso hará de la ciudad un espacio más limpio, el mobiliario urbano se conservará mejor y en épocas de mucho calor evitaremos que haya malos olores», sentencia.

Dado que la intención del equipo de Gobierno de Miriam Andrés es mantener el capítulo sancionador de la actual ordenanza, quien incumpla esta nueva norma cometerá una infracción leve y será sancionado con una multa de hasta 150 euros.

Comida. No será el único cambio que incorpore el nuevo reglamento muncipal, según avanza Antonio Casas, otro de los aspectos sobre los que incidirá será el control de las colonias de animales, sobre todo, las felinas. «Ya estamos elaborando un censo con todas las que existen en la ciudad, algo en lo que nos ha ayudado la figura de la veterinaria municipal. El siguiente paso es mejorar su control para lo que se tienen que hacer esterilizaciones y vigilar quién las da de comer», detalla el concejal.

Con la próxima normativa, ya no se podrá dar de comer a los animales en la vía pública. Y eso no afectará solo a los gatos sino también a otros animales, como las palomas. «Suponen un problema de limpieza e higiene para la ciudad, causan molestias y son animales muy difíciles de controlar, al contrario de lo que cree la gente. Es importante que nadie les dé de comer porque se produce un efecto llamada», advierte Casas.

El edil de Medio Ambiente avanza que solo podrán dar alimentos a los animales aquellas personas que estén en posesión de un carnet que expedirá el propio Ayuntamiento.

Convivencia. Otro de los asuntos controvertidos que abordará la nueva regulación municipal será la convivencia entre animales y personas. «Es el principal objetivo porque hay mucha gente que tiene perros y que necesita espacio para ellos, pero hay otra mucha a la que no le gusta convivir con ellos. Hay que alcanzar un respeto entre todos», declara.

El reto que se ha marcado la Concejalía de Medio Ambiente es «compaginar la comodidad de la gente a la que no le agradan tanto los perros y la que necesita un sitio para el esparcimiento de su animal de compañía».

Para ello, se está estudiando establecer tres tipos de situaciones. «Por una parte, lugares en los que se pueda soltar a los canes, que serán zonas delimitadas en unos parques determinados para que jueguen y corran, siempre manteniéndolas limpias». 

«Por otro, establecer zonas de convivencia, de forma que cualquier palentino que vaya allí sepa que habrá perros también. Y otras partes de la cuidad en las que no podrán entrar los canes, como el parque de Isla Dos Aguas o la Huerta de Guadián», enumera Antonio Casas, que recalca que «debe quedar muy claro que allí donde no esté permitido no se podrá soltar a los perros». 

Aunque la confección del nuevo texto ya ha echado a andar, el concejal explica que el Ayuntamiento está esperando a que se publique la ley autonómica, «que saldrá próximamente». «Ya se han hecho consultas previas por lo que esperamos que la ordenanza esté lista para este año», finaliza.

La ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales de compañía entró en vigor en septiembre del año 2000 y, hasta el día de hoy, ha sufrido una actualización, en vigor desde enero de 2013.