La Asociación de Vecinos del Cristo ha concedido este año el Cristo de la Tristeza, por segundo año consecutivo, a Adif y el de la Alegría al ultrafondista solidario David Ontaneda. Ambos reconocimientos, que se entregarán este domingo durante el pregón que da inicio a una semana llena de actividades, simbolizan el reproche o el agradecimiento colectivo del barrio a quienes han tenido un impacto negativo o positivo con sus acciones. El presidente de la asociación, Pedro Arenillas, justificó la elección del Cristo de la Tristeza en la gestión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. «Creemos que se lo merece ya no solo por las acciones que ha llevado a cabo, sino por el pulso que quiere echar, como empresa grande y controladora que es, intentando que todos los ayuntamientos, todas las ciudades, tengamos que ceder ante sus atropellos, a pesar de que para nosotros sería partir la ciudad no en dos, sino en más de dos mitades», afirmó, en referencia a la intención de Adif de demoler la pasarela de la avenida de Asturias sin ofrecer una alternativa al tráfico rodado, la instalación de pantallas acústicas o el conflicto por las obras nocturnas en el Camino Viejo de Husillos.
Por otro lado, el Cristo de la Alegría ha recaído en David Ontaneda, conocido por su implicación en proyectos solidarios y su promoción del deporte popular en pruebas como recorrer 100 kilómetros con un desnivel acumulado de 1.480 metros en el monte El Viejo a favor de Menudos Corazones o el reto de 100 horas contra el cáncer.
«Sabemos que no es vecino del barrio, pero hemos querido destacar su compromiso con las obras sociales y que siempre esté dispuesto a ayudar a la gente que lo necesita», explicó Arenillas.
Programa. La programación de las fiestas del Cristo combinará un año más tradición, participación vecinal y actividades para todas las edades. El programa arranca el sábado con actividades deportivas y continuará el domingo, con el lanzamiento del cohetón, el pregón a cargo de José Luis Rubio, la Carrera de Salud Infantil, bailes regionales y una torreznada popular.
A lo largo de la semana se sucederán las citas propuestas, con concursos de croquetas y postres infantiles, juegos populares, actividades dirigidas a la infancia, el evento Cristo Fest con dj locales y la colaboración del Ayuntamiento en iniciativas como la ruta teatralizada por los tres cerros.
Las fiestas culminarán el domingo, día 27, con la romería y la multitudinaria pedrea de pan y queso, en la que este año se repartirán más de 9.000 bolsas, incluyendo 500 adicionales para los colegios.
De hecho, el concejal de Identidad Cultural y Actividad Físico-Deportiva, Francisco Fernández, destacó el sentido de comunidad que representa esta celebración, «donde se junta tradición y popularidad, y eso en conjunto genera identidad».
Fernández subrayó la creciente implicación de los centros escolares, que en los días previos celebran sus propias pedreas. «Esa imitación de lo que sucede en el Cristo en los colegios es lo que genera una tradición, lo que la afianza, lo que hace que los pequeños sientan la ilusión de que llegue el día de Santo Toribio», aseguró, convencido de que «va a llegar un momento en que todos los coles de la ciudad van a participar de la fiesta del Cristo», sostuvo.