La Asociación de Artistas Plásticos Palentinos Thieldón y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento celebraron ayer en el  Teatro Principal la II Gala de las Artes Visuales-Premios Thieldón, que reconoce la labor creadora en la provincia. En esta edición, los premios recayeron en Antonio de la Peña -a la trayectoria artística-; Escuela de Artes y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Mariano Timón -a la preservación, conservación y difusión del Arte-; y Gonzalo Páramo -reconocimiento a  la labor creadora de un artista visual durante el año 2022-2023-. 

Para el presidente de Thieldón, Chema Manzano, estos premios  representan «un reconocimiento público y del gremio de artistas a la labor de nuestros creadores», para añadir a renglón seguido que «suponen una oportunidad para conocer y hacer  visible el trabajo de los artistas visuales de Palencia». «Es una  forma de crear afectos y lazos de colaboración entre los implicados en el arte y la cultura de nuestra tierra», asevera.

Para la elección de los premiados se tuvo en consideración las propuestas de los artistas vinculados a Thieldón así como las sugerencias de entidades e instituciones vinculadas al arte en Palencia a las que se hizo partícipes de la convocatoria de galardones.

trayectoria. Antonio de la Peña recogió el premio Thieldón a la trayectoria artística, con el que se quiere reconocer el trabajo de un creador palentino a lo largo de toda una vida dedicada al arte -en su caso desde que, según recuerda, salió de Palencia hace 80 años y se afincó en Bilbao-.  «Recoger este premio me hace el hombre más feliz del mundo. Es un  muy importante, más que otros muchos», afirmó. «Doy gracias a Dios. Desde que salí del vientre de mi madre, va a hacer 85 años, no he hecho otra cosa que pintar, exponer y caminar por el mundo», señaló. Llegó el momento al que «todo artista aspira», y es que «gusta», después de una trayectoria «gigante», que «en mi querida Palencia se me reconozca», manifestó. 

En su haber, Antonio de la Peña suma más de 100 exposiciones y presume de «Castilla, Palencia y Becerril de Campos, la  trilla, los amarillos y todas estas cosas bonitas y preciosas que tiene nuestra tierra». «Me encuentro muy a gusto  aquí con todos mis colegas y  hermanos de sangre pictórica y  doy gracias a Dios, al Cristo del Otero y la Virgen de la Calle de que haya sido la persona indicada para ese  premio que todo artista en vida desea», añadió el galardonado.

De la Peña desde los cuatro años ya «pintarrajeaba las paredes», estudió «un poco» en Maristas, donde «todos los años me daban el premio de Dibujo, porque en otras asignaturas me veía muy flojo». Después, una moneda lanzada al aire decidió entre Barcelona y Bilbao a favor de esta última, y allí  «nos colocamos todos nada más llegar». «Fui con la afición de aquí», comentó, así como que «hubo tiempos buenos en los que se vendía y vendía». «Fueron años gloriosos, pero hoy nada. Sigo pintando, pero tengo amigos que lo han dejado», concluyó.

Para Gonzalo Páramo es «un honor» que su propia tierra reconozca su trabajo.  «Ha sido una sorpresa. No los esperaba y me siento muy honrado. De una parte me parece inmerecido en el sentido de que en Palencia hay muchísima propuesta  artística buena. De otra, estos galardones se los dan a uno, pero te das cuenta de que, en realidad,  lo merece igual que tú la gente detrás, que te apoya, como la familia, los amigos, un equipo que monta las exposiciones... Un premio de estos es para todas esas personas», señaló.

El pasado septiembre, Páramo expuso en el centro cultural provincial y ahora lo hace en el Miguel Delibes de Valladolid. El próximo  año mostrará su obra en Tokio (donde ya lo hizo en una galería), en la Embajada española. En los últimos años, el artista ha centrado su producción en el papel como elemento pictórico y escultórico. «Parte de las obras se exponen transformadas en esculturas y esas mismas son susceptibles de ser transformadas, parecen más bien tapices», explicó. «Siempre estoy dando un paso más e investigando con diferentes  materiales, como la escultura sobre alambre», indicó. 

Por la Escuela de Arte y  Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Mariano Timón, su directora, María Aranzazu Rebollo, consideró el premio como un reconocimiento a una institución centenaria. «Es un orgullo que a la Asociación de Artistas Palentinos Thieldón haya pensado en nosotros. Es un reconocimiento no solo para los que formamos parte de la Escuela hoy en día, sino a todos aquellos que estuvieron y  que hicieron posible que  el centro haya llegado hasta aquí», aseguró.

El reconocimiento entregado por Thieldón a la Mariano Timón está vinculado al centenario del centro. En este sentido, señalar que quedan actividades relacionadas con la efeméride, como la enmarcada en la Feria Churra de Anche de este fin de semana  y que contempla la intervención en ovejitas de poliespan a cargo del alumnado de  primero de Arquitectura efímera  y de Ilustración y profesores de  distintas especialidades. 

En centro tiene en torno a los dos centenares de alumnos, e imparte los ciclos de Ilustración, Arquitectura efímera,  Joyería artística y Ebanistería, que son de grado superior de Artes Plásticas y Diseño, así como Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la especialidad de Textiles, y Bachillerato en la modalidad Artes, y ya de cara al próximo curso, la de Música y Artes Escénicas. La celebración está sirviendo para que la Mariano Timón sea más conocida,  aunque  todavía no lo suficiente.

La gala, que contó con la presencia de autoridades, artistas y público en general, estuvo coordinada por la directivo de Thieldón pintora  Marian López y fue amenizada por el Dúo Mar de Campos y la Escuela de Danza Bella Luna.