La producción patatera supera las 34.300 toneladas

Rubén Abad
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En la provincia hay 727 hectáreas destinadas al cultivo de este tubérculo, 593 de regadío y 134 de secano. De este total, unas 130 se siembran en la comarca del Boedo-Ojeda, donde la variedad agria es la predominante

La producción patatera supera las 34.300 toneladas - Foto: Óscar Solorzano

La llegada del mes de octubre es sinónimo de faena y trabajo frenético en las zonas dedicadas al cultivo de la patata en la provincia, en especial en los pueblos del nordeste de la geografía palentina. Con los datos sobre la mesa, facilitados a Diario Palentino por la organización agraria Asaja Palencia, la producción total estimada es de 34.340 toneladas. No obstante, cabe señalar que esta es la cifra que se estimó en agosto y puede verse seriamente afectada por los daños del exceso de precipitaciones de estas semanas, con parcelas en las que ni se puede entrar a recoger. Estas 34.000 toneladas largas de producto suponen un 40 por ciento más de las recogidas el año pasado, con una producción que rondó los 25 millones de kilos.

En cuanto a la superficie destinada al tubérculo, esta asciende en la presente campaña a las 727 hectáreas, de las cuales 593 son de regadío (con un rendimiento medio de 50 toneladas/hectárea)y las 134 restantes de secano (35 t/ha). En 2024, en cada hectárea destinada a este producto, 675 (669 en 2022), se recogieron entre 35.000 y 40.000 kilos. 
Si bien este año la superficie ha aumentado significativamente, las 727 hectáreas quedan muy lejos de las más de 2.000 que se contabilizaban hace un lustro. No obstante, bien es cierto que la patata depende mucho del año, dentro de que es un cultivo muy minoritario. «El hecho de ser minoritario, precisamente, explica esas oscilaciones: son pocos los agricultores para los que es una apuesta principal, por lo que hay muchos que deciden dedicar una pequeña parcela a ella según las otras previsiones de la campaña», sostiene Asaja.

BOEDO-OJEDA

Una comarca eminentemente patatera en la provincia es la del Boedo-Ojeda, donde predomina la variedad agria, aunque también hay agricultores que apuestan por la baraca y la spunta. La superficie ronda este año las 130 hectáreas frente a las 100 del pasado año (30 por ciento más ) o las  200 de 2022 (35 por ciento menos).
En este punto cabe señalar que, en general, es un cultivo al que le cuesta mantener la superficie no solo en Castilla y León, donde se han sembrado esta campaña 17.300 hectáreas (es la cifra más baja desde 2010, suelo que ya tocó a región en 2021), cuando en 2010 y en 2014 se alcanzaban las 22.500 hectáreas.

Por lo demás, cabe señalar que hay 32 pueblos autorizados por la Junta para cultivar patata de siembra: Aguilar, Báscones de Ebro, Báscones de Valdivia, Becerril del Carpio, Berzosilla, Cabria, Canduela, Cuillas, Gama, Helecha, Lomilla, Mave, Menaza, Nogales , Olleros de Paredes Rubias, Olleros de Pisuerga, Pomar, Porquera, Pozancos, Puentetoma, Quintanilla de las Torres, Rebolledo, Renedo de la Inera, Respenda de Aguilar, Revilla de Pomar, Santa María de Mave, Valdegama, Valoria de Aguilar, Villacibio, Villaescusa, Villallano y Villarén.

Un sector al que se da relevancia este sábado en la Feria y Exaltación de Herrera de Pisuerga, que abrirá sus puertas a las  10 horas. A las 13 horas tendrá lugar el pregón a cargo de José Martín Álvarez JJ y el homenaje al sembrador Ángel Pérez, de Revilla de Collazos. Otro momento importante será la degustación popular elaborada por la Asociación de Amas de Casa de Santa Ana, con 100 kilos de bacalao, 250 de patatas y 120 de patatas fritas.