Noropal repara el histórico reloj de Astorga

Pablo Torres
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El Ayuntamiento de la localidad leonesa adjudicó la tarea a esta empresa palentina, dirigida por Javier del Páramo, quien ha colaborado junto con el relojero de la catedral, Ignacio Delgado

Javier del Páramo (izquierda) e Ignacio Delgado (derecha), junto al reloj del Ayuntamiento de Astorga recién reparado. - Foto: Juan Mellado

Juan Zancuda y Colasa, los dos maragatos autómatas que golpean la campana del Ayuntamiento de Astorga (León) para anunciar las horas, volverán a hacer su trabajo desde mañana, si no hay imprevistos, gracias a las labores de la empresa de relojería Noropal. Después de que el Consistorio leonés adjudicara la reparación de su histórico reloj a esta firma palentina, su director, Javier del Páramo, junto con el relojero de la catedral de San Antolín, Ignacio Delgado, han trabajado durante un mes para que astorganos y turistas puedan volver a disfrutar de uno de los grandes emblemas del municipio. 

La tarea, como reconocieron sus protagonistas a este periódico, no ha sido sencilla. «Esperábamos verlo mejor, pero, la primera vez que fuimos, nos encontramos un mecanismo sucio y descuidado», aseguró Del Páramo, quien acumula a sus espaldas más de tres décadas en el oficio. 

Tanto por la localización como por el peso, el dispositivo tuvo que ser desmontado in situ y bajado, pieza por pieza, del Ayuntamiento. De allí fue trasladado al taller de la empresa Noropal, donde se ha llevado a cabo labores de limpieza, comprobaciones por ultrasonido, secado o pulido. «De ver unas piezas a ver otras hay una gran diferencia», reconoció Del Páramo, a la vez que mostró su satisfacción por el resultado. «Nos encontramos incluso con piezas rotas, por lo que nos tocó hacer nuevos casquillos», añadió. 

Por su parte, Delgado aseveró que el estado en el que llegó el reloj al taller era «pésimo». «Tenía una gran cantidad de aceite y óxido en partes donde no debería haberlo», afirmó el relojero de la catedral, quien también atesora décadas de experiencia que avalan su buena mano en la profesión. 

SIN PRESIÓN. El reloj fue trasladado a la provincia el pasado 21 de febrero y, tras un mes de trabajo, mañana partirá a primera hora para volver a ser instalado en su emplazamiento habitual. Una tarea que, matizan, también requerirá su esfuerzo pues, al igual que cuando fue desmontado, requerirá ser trasladado pieza por pieza para ser montado de nuevo en la Casa Consistorial.

A pesar de la importancia cultural que tiene el objeto, ya que es uno de los grandes focos turísticos de Astorga, los relojeros reconocieron no haber tenido presión por tal actuación. «Hemos restaurado hace poco el reloj del Ayuntamiento de Magaz, que es muy similar a este», apuntó Delgado, quien ha trabajado a lo largo de su vida en la reparación de «muchos» temporizadores de torre, como el de la catedral riojana de Calahorra, el de la propia seo de San Antolín (donde trabaja como relojero desde finales de los años ochenta) o el de varios pueblos de la provincia.

De hecho, el proceso se dilató más de lo previsto debido a las «dificultades» a la hora de conseguir unas piezas que se presentaban rotas a la hora de la reparación, según detallaron los profesionales. En concreto, se trataba de unas ampollas de mercurio que permiten al reloj darse cuerda automáticamente. «De las cuatro que había, dos estaban rotas. Conseguirlas y adaptarlas nos ha llevado más tiempo», concretó Delgado.  

Más allá de la parte funcional, la reparación ha permitido devolver al mecanismo un aspecto nuevo y reluciente, que desde mañana a primera hora estará en «perfecto» funcionamiento en el edificio consistorial. 

Cabe señalar que el actual temporizador es de la década de los setenta, si bien el primer reloj de autómatas data de mediados del sigloXVIII. El paso del tiempo y las averías, la última de ellas irreparable, obligaron al Ayuntamiento astorgano a sustituirlo, aunque sin perder la esencia turística que atesora