El buque de rescate Open Arms ha llegado a última hora de ayer al puerto de Lampedusa, en Italia, después de esperar durante 19 días la autorización para desembarcar a los migrantes y refugiados que fueron recogidos en el mar.
"Y por fin, después de 19 días cautivos en la cubierta de un barco, todas las personas a bordo pisarán tierra firme", han celebrado desde la ONG, que ha compartido un vídeo en el que los migrantes a bordo del barco celebraban la noticia.
El 'Open Arms' atraca en Lampedusa tras la orden del fiscal - Foto: Francisco Gentico
Antes de llegar a la medianoche, el buque de rescate, en el que ya solo viajan 83 personas -otras tantas fueron evacuadas por distintas necesidades- arribaba en el puerto de la isla italiana de Lampedusa. "Por fin, se acaba la pesadilla y las 83 personas a bordo recibirán asistencia inmediata en tierra", celebraban desde la ONG.
Después de que el Gobierno de España enviase este mismo martes al buque de la Armada Audaz para escoltar a los migrantes al puerto de Palma, en Mallorca, el Open Arms se veía obligado a cambiar sus planes.
La Fiscalía de Agrigento, en Sicilia, ordenaba horas después del ofrecimiento del Ejecutivo español el secuestro provisional del barco y el desembarco de las decenas de migrantes en tierras italianas. La decisión, tomada por el fiscal Luigi Patronaggio, llegaba después de comprobar las condiciones en las que viajaban los pasajeros.
Según fuentes del procedimiento consultadas, la orden se ha tomado a instancias de la organización al amparo del artículo 328 del Código Penal que castiga con entre seis meses y dos años al funcionario público que haya omitido su deber que "por razones de justicia o de seguridad pública, o de orden público o de higiene y salud, debe ser cumplido sin retraso". El Open Arms tendrá ahora que quedar dos semanas en Italia en el marco de esta investigación.
Esta Fiscalía investigaba un presunto delito de secuestro de personas, no dirigido contra nadie en concreto, para determinar por qué no han podido desembarcar a los migrantes en Italia a pesar de que un tribunal tumbó la orden del ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, de que el barco no entrara en aguas territoriales de este país.
Patronaggio voló urgentemente a Lampedusa para comprobar la grave situación después de que unos 15 migrantes se lanzaran al mar tratando de alcanzar a nado la costa, una situación que calificó de "explosiva".