La coexistencia de los animales salvajes con la actividad humana siempre conlleva debates y controversias. El lobo no es una excepción y el control y la gestión de la especie la lleva hoy el PP al Congreso con enmiendas para que la normativa se ajuste a la directiva europea de Berna.
El Congreso votará hoy una enmienda presentada en el Senado por el PP a la Ley de desperdicio alimentario, con apoyo de VOX, PNV y Junts para garantizar el control de la gestión del lobo en cada territorio. ¿Qué supondrá si se aprueba?
En primer lugar, adaptarnos a la regulación europea al modificarse el convenio de Berna y tramitarse en este momento los cambios en la directiva Hábitats, que obliga a un control y regulación para garantizar la pervivencia del lobo y su convivencia con la ganadería. La enmienda pretende anular la orden que el Gobierno dictó sin consenso alguno para impedir el control de forma absoluta en toda España, sin datos y sin criterios. Se pretende garantizar que la información sobre la progresión de lobos que se envía Bruselas en junio y, que será la que sirva de base para tomar esa decisión de autorización de control o no, lo sea bajo los criterios de la Comisión Europea y de la comisión en la que están los directores generales y la conferencia sectorial, en la que están los consejeros. Es decir, que el Gobierno no pueda volver a manipular la información y los datos del lobo para decir que es una especie desprotegida. Porque en la anterior ocasión solo envió datos de Galicia, Canarias y Andalucía, cambiando los criterios de computo, sin decírselo al resto de comunidades autónomas.
Por lo tanto, lo que pedimos es que igual que en el resto de Europa, la regulación se aplique aquí con criterios técnicos y con control de las comunidades autónomas, que son quienes tienen los datos precisos para tomar las decisiones.
Luego, una vez que la directiva europea entre en vigor tras tramitarse, tendrá que aprobarse en el Pleno del Parlamento Europeo y será de aplicación en España. Esto es muy importante porque actualmente el Gobierno del señor Pedro Sánchez tiene 90 directivas sin transponer a España.
El tema del lobo es muy complejo, ya que los colectivos ecologistas están en contra de su caza. ¿Se puede compatibilizar la protección de la especie con la actividad ganadera?
Se debe, de hecho hasta 2021 en el norte del Duero, en el que se podía gestionar el control, con el 80 % de la especie solamente había un 20 % de ataques. En el sur del Duero, donde no se podía gestionar, con el 20 % de lobo había un 80 % de ataques a la ganadería. Se puede y se debe compatibilizar siempre que haya una gestión responsable, que es lo que pide el PP y la nueva regulación europea, sin ninguna duda. Para proteger al lobo hay que gestionarlo adecuadamente porque, así, estás evitando el furtivismo.
Si sale adelante la enmienda en el Congreso, ¿cómo quedaría el régimen de control del lobo tanto al norte como al sur del Duero?
En el momento en que la directiva se apruebe en el Parlamento Europeo, tal y como está en este momento, el lobo sería gestionable tanto al norte como al sur del Duero. Es decir, con la directiva actual ya es gestionable al norte del Duero. El cambio solo lo ha provocado el Gobierno de España, basado en informaciones sesgadas. Lógicamente, nosotros planteamos que se garantice la gestión al norte del Duero y se revierta esa decisión unilateral por parte del Gobierno. Y, por otro lado, la gestión de la especia, con los datos en la mano, ya que la directiva nueva permitirá que al sur del Duero también se actúe como al norte. Lo que dice la directiva es que el lobo, como especie, está protegida, pero no súper protegida. Es decir, es gestionable en toda España.
Fue consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta. ¿Cómo vivió el debate de los daños que causa lobo en la cabaña ganadera de la comunidad?
Pues justo en el sentido contrario que ahora, porque yo recuerdo ir de la mano de la entonces ministra Isabel García Tejerina, defendiendo que si en el norte del Duero estaba funcionando y eso se podía aplicar al sur del Duero para que pudiera gestionarse también y buscar ese equilibrio. Ya se había llevado al Comité de las Regiones, esto se había visto en varios órganos de decisión europeos y estaba pendiente del Consejo de Estado. Justo vino la moción de censura, llegó el Gobierno del señor Sánchez y el desastre que se estaba produciendo al sur del Duero lo han extendido al resto de España. Por lo tanto, lo que han hecho es justo lo contrario de lo que el Gobierno del Partido Popular en ese momento, Mariano Rajoy, estaba trabajando para revertir el problema del sur. Ahora mismo se bebe esperar a que la directiva salga adelante, ya que tiene la propuesta favorable de todos los países, excepto España, apoyando el cambio del convenio de Berna.
Lo que hace falta es garantizar esa convivencia. Tenemos que tener en cuenta que en este período, desde que el Gobierno ha tomado la decisión aleatoria de prohibir el control del lobo totalmente, ha habido 15.000 reses muertas en un solo año, con más de 40 asesinatos cada día en España. Habrá que elegir a a quién hay que proteger, pero es que no hay que elegir. Lo que hay hacer es gestionar adecuadamente y sin imponer la biología a los criterios técnicos.
El Gobierno de Castilla y León defendió siempre tener potestad para la caza del lobo. ¿Cómo se puede efectuar sin que los cánidos corran peligro de extinción?
El aumento de cánidos en Castilla y León está demostrado y su protección con el sistema de gestión que ha llevado siempre la Junta a través de la Consejería de Medio Ambiente. Por lo tanto, lo que hace falta es volver a ese control que saben hacer los técnicos de la consejería, que son los que realmente tienen la información, controlan el territorio y saben cómo se debe llevar a cabo la gestión. No se trata de poner en peligro de extinción al lobo, ni muchísimo menos. Se trata de garantizar la convivencia y, en este momento, existe un desequilibrio que pone en peligro la existencia de la ganadería, junto a la actividad económica del mundo rural, y provoca un peligro muy serio a los ciudadanos. En el último informe de accidentes de tráfico por fauna silvestre del actual Gobierno de España se dice que desde 2008 han aumentado en un 35%. Es decir, que ha habido 36.000 accidentes de tráfico al año provocadas por este tipo de fauna. Yo creo que esto es un dato muy importante y en la ganadería lo tenemos claro al haber 15.000 reses muertas al año y los siniestros agrícolas por fauna son más de 11.000.
¿Tiene constancia de que otras comunidades autónomas vean necesario dejar trabajar a los técnicos en cada territorio para poner freno a los ataques del lobo al ganado?
Todas las comunidades autónomas, de todos los signos políticos están absolutamente de acuerdo con estas medidas. Hoy mismo, el consejero responsable en Asturias ha salido diciendo que quiere que se controle al lobo y salga del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), así como que se apliquen las enmiendas y se apruebe la propuesta del Partido Popular en esta ley. Es interesante, y es que los ecologistas deben tener en cuenta que realmente esta sobrepoblación de lobos está perjudicando al medio ambiente. Porque cuanto más ataques a la ganadería extensiva y semiextensiva se produzcan -que es la que contribuye a la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas naturales- menos limpieza de montes y más incendios hay.
Y existe un dato con un cálculo muy simple al respecto y es que un incendio que se produzca en un terreno de mil hectáreas de bosque en un día emite el mismo CO2 que 30.000 vacas en un año. Entonces, si queremos conservar la biodiversidad debemos protejer a la ganadería.