Priorizar las poligrafías a las polisomnografías a la hora de diagnosticar apneas obstructivas del sueño (AOS). Ese es, en líneas generales, el objetivo del proyecto de investigación elaborado por Inés Salazar, médica residente en el servicio de Neumología del Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa), que fue distinguido en el cuadragésimo tercer Congreso de Patología Respiratoria de la Sociedad Castellanoleonesa y Cántabra de esta especialidad, que se celebró enLeón.
La galardonada explica que las primeras pruebas son más cómodas para los pacientes que las segundas, así como más sencillas de hacer y de interpretar y más económicas, pero tienen una desventaja: es menos específica.
Un documento internacional de consenso sobre la apnea determinó el examen a realizar según la probabilidad que tuviera el paciente de padecer este trastorno respiratorio, pero Salazar, tras analizarse en el hospital RíoCarrión las características y síntomas de unos 200 personas, considera que existen otras circunstancias a tener en cuenta para decantarse por la poligrafía, prueba que solo está indicada a los enfermos con intermedia y alta probabilidad de padecer la AOS. Este proyecto, por lo tanto, permitiría, entre otras cuestiones, reducir la lista de espera de las polisomnografías, que actualmente es elevada. «Todo esto optimizaría el diagnóstico», añade.
«Sus criterios para definir a un paciente con alto riesgo eran muy restrictivos y nosotros, con lo que habíamos observado en Palencia, veíamos que se podían ampliar. Primero, analizamos a todos los pacientes para ver cuales eran las variables que influían a la hora de decir que una persona tenía alta probabilidad de tener la AOS. Luego, hicimos otro protocolo y mi proyecto fue comparar el nuestro con el documento internacional de consenso», comenta la médica, que es interna de cuarto año. Este análisis está basado en una investigación realizada por sus compañeros del centro hospitalario, que también fue premiada en un congreso anterior de esta especialidad médica.
RECOGIDA DE DATOS. El Caupa utilizó en 2023 los dos protocolos de forma aleatoria para poder compararlos y, actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de recogida de datos y de extracción de resultados. «Esperamos tenerlos el año que viene», apunta Salazar.
Por último, cabe destacar que este es el primer premio que recibe la medica residente por su labor investigadora y muestra su felicidad por ello. «Investigar es una preocupación general, pero cuesta mucho trabajo y ganar un reconocimiento te anima a seguir por el mismo camino», concluye.