La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) acertó en sus pronósticos y la lluvia deslució ayer parte del Lunes Santo en Carrión de los Condes, cuya Semana Santa presume desde este año del distintivo de fiesta de interés turístico regional, en reconocimiento a la sobriedad de sus procesiones, el respeto por los pasos y sus imágenes de gran valor artístico.
La procesión penitencial del Santo Cristo del Amparo protagonizaba el acto central de la jornada, a cargo de la cofradía del mismo nombre. Cofrades, hermanos, feligreses, vecinos en general y turistas pudieron ver finalmente cómo la talla recorrió el casco histórico portada a hombros, en un recorrido más breve que finalizó en la plaza Mayor.
A punto de cumplir veinte años de vida (el primer recorrido se remonta a 2006), en este desfile procesional es habitual la participación de carrioneses de todas las edades, encargados de cargar con el peso de la talla en sus seis brazos. Además, niños y adolescentes son quienes desfilan habitualmente llevando las horquillas de las andas, una gran cruz de madera y signos de la Pasión; una forma de garantizar el relevo generacional de los más pequeños y crear cantera de cofrades en la ciudad jacobea.
También se sumó a la comitiva la cofradía de la Vera Cruz, cuyos hermanos acudieron con su característica indumentaria, que incluye capa castellana y traje de riguroso negro, camisa blanca, corbata negra, cinta verde y cruz. El acompañamiento musical corrió a cargo de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna de Medina del Campo (Valladolid).
Sobriedad al paso del Cristo del Amparo en CarriónCuenta la tradición local que este Santo Cristo del Amparo libró a Carrión de la peste, razón por la que, al finalizar la procesión es tradición entonar la canción con el mismo nombre. «La peste merecimos por nuestra ingratitud. Señor, hoy te pedimos perdón, vida y salud», reza el estribillo. Hoy (20 horas) tomará el relevo el Ecce Homo desde la ermita de la Cruz.