Además de los repetidos nombres de Jamal Musiala, Jude Bellingham, Arda Güler o Nico Williams como algunas de las figuras de las dos primeras jornadas de la fase de grupos, otros jugadores que no estaban destinados a la gloria, suplentes con sus selecciones, fueron decisivos, teniendo una influencia notable o una aparición fugaz pero brillante en combinados como Suiza, Países Bajos, Portugal, Turquía y Alemania.

Emre Can

El primero de todos en hacer acto de presencia fue Emre Can. En el partido inaugural que enfrentó a Alemania con Escocia, el centrocampista del Borussia Dortmund apareció en el terreno de juego en el minuto 80 tras sustituir al venerado Toni Kroos. En realidad, ni siquiera tenía que estar en el Allianz Arena de Múnich, pero la baja de Pavlovic le abrió un hueco en la convocatoria de Julian Nagelsmann y el centrocampista aprovechó la oportunidad con buenos minutos.

Embolo

Menos de 24 horas después, otro jugador, en esta ocasión de Suiza, también salió desde el banquillo para tranquilizar al combinado helvético. Breel Embolo, suplente con Murat Yakin, recuperó la confianza que tanto necesitaba después de dos años sin jugar con su selección. Pisó el césped en el minuto 74 cuando su equipo apenas ganaba 1-2. Con un muslo tocado por una sobrecarga, marcó en el minuto 93 el tanto de la calma para la selección alpina. 

Weghorst

Más importante fue la aparición del delantero de los Países Bajos, Wout Weghorst. Ronald Koeman no confió en el punta del Hoffenheim y apostó por Memphis Depay para encabezar el ataque frente a Polonia. La fórmula no funcionó y en el minuto 81, con 1-1, entró el delantero. Weghorst apenas tardó dos minutos en ver puerta. Con un remate con la izquierda muy plástico, aprovechó un servicio de Nathan Aké para dar la victoria a la 'oranje' justo cuando peor lo estaba pasando su equipo.

Conceiçao

Pero Weghorst no fue el único suplente que consiguió un tanto decisivo. Aún más apurado fue el de Francisco Conceiçao para Portugal, atascada para romper el muro que plantó la República Checa en Leipzig. La aparición de la joven promesa lusa en el minuto 111 fue vital para los de Roberto Martínez. Hasta su entrada en el terreno de juego, en el minuto 90 por Vitinha, el único jugador que pudo batir al portero Stanek fue su propio compañero Hranac, que se marcó un tanto en propia meta que dio el empate a Portugal. Segundos después de pisar el césped, Conceiçao se encontró con una pelota centrada por Neto al corazón del área. No dudó y la remató con fuerza a la red para desatar la euforia del cuadro luso.

Akturkoglu

Y tampoco estuvo nada mal en su celebración el otoamano Akturkoglu. El héroe de su equipo fue Arda Güler con el golazo que desatascó a Turquía frente a Georgia, pero el punta también tuvo su reconocimiento. 
Como el resto de protagonistas, también disfrutó de pocos minutos que no desaprovechó. En su caso, entró en el césped por Yildiz en el 85. No mucho después, en el 97, cuando Georgia intentaba por todos los medios empatar en un córner que subió a rematar Mamardashvili, agarró la pelota, se dio una carrera sin oposición hasta el área contraria y marcó sin oposición.

Jovic

El delantero del Milán Luka Jovic fue clave en el empate de Serbia en la segunda jornada contra Eslovenia. El ex del Real Madrid ingresó en el minuto 64 y con un remate de cabeza, rescató un punto para su selección en el minuto 95.

Gjasula

De villano a héroe. Klaus Gjasula, de Albania, tuvo tiempo en apenas 17 minutos para resolver su gol en propia en el minuto 76, que ponía a Croacia por delante en el marcador, y conseguir un valioso punto para 'Las Águilas' con un tanto en el descuento.