La cercanía entre Saldaña y la Villa Romana La Olmeda (VRO) ha propiciado que todos los esfuerzos se hayan centralizado en esta localidad, donde el turista se ha convertido en un habitual de su casco histórico. Los negocios allí asentados y el propio Ayuntamiento han sabido ver este filón y hacer del sector servicios uno de los pilares de la economía local, hasta el punto de que el viajero que se adentra en la capital de La Vega es la columna vertebral de la facturación de comercios de proximidad y negocios de hostelería. Un balón de oxígeno para un medio rural envejecido y despoblado donde oportunidades como esta se convierten en motor de desarrollo y en un acicate para mirar al futuro con optimismo.
Un equipo de Diario Palentino recorre el pueblo como si de unos turistas más se tratara, cámara en mano y con los ojos y la mente bien abiertos dispuestos a dejarse seducir por los atractivos del municipio saldañés, que son muchos y diversos. Primera parada, la plaza de San Pedro, lugar de paso obligado para todo este flujo de visitantes, a los que da la bienvenida la estatua de Javier Cortes, el artífice de este sueño.
En uno de sus laterales se encuentra el Museo de La Olmeda, que este año cumple cuarenta años de vida. En él se puede hacer un recorrido por la cultura material de la VRO, en la que los principales objetos hallados en sus excavaciones se integran en un moderno discurso didáctico que permite acercarse a la vida cotidiana de los habitantes de la villa y conocer aquello que utilizaron en su vestido, alimentación, ocio o rituales religiosos y funerarios. Una característica que hace de este lugar una parada obligada en el camino.
La Olmeda: Un balón de oxígeno para la economía rural - Foto: Óscar Navarro«Fue un acierto hacerlo en Saldaña con una exposición en la que se pueden ver las riquezas del palacio bajoimperial y su necrópolis», sostiene la responsable de la Villa Romana, Elena Gutiérrez. Vidrios (una de las colecciones más importantes de Europa), cerámicas (sigillata y común), adornos, abalorios, fíbulas, ajuares, joyas, aperos para las labores del campo e incluso la bota de un niño son algunas de las piezas que más llaman la atención de todo el conjunto.
Justo enfrente se ubica el centro de interpretación de Javier Cortes, un hombre al que la comarca de Saldaña le debe casi todo lo que hoy es. En este edificio renacentista del siglo XVI reciben a DP Raquel Ríos y Aurora de la Cruz, que conciben La Casona (así se conoce popularmente a este inmueble) como «el complemento ideal» a la visita a la domus de Pedrosa, pues es aquí donde comienza la historia del descubrimiento y donde se muestran algunos tesoros como los manuscritos originales del descubridor, incluidos los dibujos de los mosaicos que iban aflorando.
«Todo gira en torno a la figura de Javier, que fue una persona excepcional y supo ver desde el principio lo que La Olmeda iba a suponer para la historia reciente de la provincia», apuntan las guías, quienes recuerdan «con mucho cariño», al igual que el conjunto de saldañeses, la huella que Cortes dejó en todos ellos. «Era un ser excepcional, una gran persona», destacan con orgullo estas dos mujeres que conocieron de cerca la calidad humana que había detrás de aquel hombre que se desvivía por sus mosaicos.
La Olmeda: Un balón de oxígeno para la economía rural - Foto: Óscar Navarro«Sin La Olmeda toda esta actividad de bares, restaurantes, comercios, hoteles y casas rurales no sería posible», concluyen las dos responsables de la oficina de turismo, por la que en 2023 pasaron 13.000 personas entre abril y diciembre, principalmente de Castilla y León, Madrid, País Vasco, Cantabria y Asturias, pero también un gran número de andaluces, valencianos y gallegos.
Más fotos:
Más información en la edición impresa y en la app de Diario Palentino.