El sector de las gasolineras y la patronal del transporte empiezan a estar muy tocados en sus ingresos dado el constante alza de los precios de los distintos carburantes que, aunque con altibajos, se ha disparado desde mayo con una media de 0,28 céntimos por litro. Así, ha regresado la incertidumbre derivada del largo conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y el reciente que protagonizan en Oriente Medio Israel y Palestina, que podría causar más subidas. La inflación incide en las ventas, con 37.388 t menos en los tres meses de verano en la provincia. Así, cayó el consumo de gasóleo, todavía el combustible más usado, y gasolina 98, y repuntó la compra de gasolina 95, según el dato que facilita la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
«El consumo ha bajado sustancialmente y el tema bélico influye y mucho en los precios, que no sabemos hasta dónde pueden llegar. Los países árabes integrados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han reducido la producción. Al no haber Gobierno no se actúa en el tema bonificaciones al consumo y este panorama no ayuda», explicó el presidente de la Asociación de Gasolineras de Palencia y Valladolid, Leopoldo Herrero, colectivo con 40 surtidores integrado en la Federación de Estaciones de Servicio de Castilla y León (Fereclaes).
Por ello, propuso medidas para incentivar el consumo, algunas ya aplicadas desde el ámbito de los distribuidores privados. «Algunas petroleras que prestan otros servicios al margen del carburante aplican descuentos de hasta 40 céntimos por litro si se contratan productos como energía y luz», señaló. A su vez, pidió al Gobierno que, en lugar del descuento que el año pasado aplicaban directamente al usuario las gasolineras con una posterior devolución, «se baje el IVA como se hizo con otras energías, que podrá fijarse en un 10% en lugar del 21% actual».
En términos similares se expresó el presidente de la Agrupación de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro. «Lógicamente, el alza de precios no anima a la gente a consumir sino que la retrae. En las gasolineras los gastos financieros ahora son mucho mayores. Pagamos un porcentaje importante en las tarjetas de crédito. No es lo mismo abonar el 1%, como ejemplo, con el precio del litro a 1,20 euros, que hacerlo cuando está a 1,80 euros», indicó.
Así, se postuló a favor de incentivar el consumo desde el Gobierno con una reducción vía impuestos a expendedores y consumidores. «Hacienda recauda unas cifras récord mes a mes y el sector del combustible paga al Estadopor impuestos especiales muchos millones de euros. Es de sentido común reducir la carga fiscal, especialmente en lo aplicado a hidrocarburos y el IVA», concretó.
transporte de mercancías. Los transportistas sufren también las consecuencias de un combustible por las nubes. El presidente de Asociación de Empresas de Transporte de Palencia (Aempatra) y portavoz de la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera (Fetracal), Óscar Baños. «Los primeros seis meses teníamos un descuento de 0,20 céntimos por litro, luego bajó a 0,10 y en este último trimestre a 0,05. De mayo el combustible acumula una subida media de 0,28 céntimos y en un depósito de 1.000 litros de gasóil te gastas 300 euros más. Hay contratos de transporte con claúsula de revisión, pero para portes y trabajos en el día se debe negociar el precio y, ahora que baja la actividad de mercancías, es muy complicado. Aunque haya un Gobierno en funciones tiene que ayudar más al transportista y, sin que sea algo indefinido, que se compensen las fluctuaciones salvajes del precio del combustible», aseveró.