El Ayuntamiento presentó ayer la liquidación del presupuesto de 2024, un ejercicio que, en palabras del concejal de Hacienda, Carlos Hernández, «cumple con todos los objetivos que establece la ley en materia de estabilidad presupuestaria, regla de gasto y límite de deuda». Según los datos facilitados, el Consistorio cerró el año con un superávit de 9.424.559,86 euros y un remanente de tesorería para gastos generales de 13.526.058,92 euros, una cifra que contrasta notablemente con la registrada en 2023, cuando el remanente fue negativo.
«La deuda viva del Ayuntamiento a 31 de diciembre era de 38.718.700 euros, lo que representa solo el 46,11% de los ingresos corrientes ajustados», detalló Hernández, frente al 52,89% de 2023. «Estamos todavía muy lejos del límite legal del 110%, así que podemos afirmar que el Ayuntamiento cumple con creces el límite de deuda», apuntó. Además, el resultado presupuestario ajustado de 2024 fue de 10.546.635 euros, una cifra que se obtiene al restar las obligaciones netas a los derechos reconocidos netos, es decir, la diferencia entre los ingresos reales y los pagos a los que debe hacer frente la administración.
Pero más allá del dato técnico, el concejal de Hacienda subrayó lo que considera una gestión «eficaz» en un contexto complejo. «Para nosotros, este remanente positivo es un paso adelante muy importante. Veníamos de una situación heredada en 2023 del PP y Cs con un remanente negativo de 1,4 millones, y eso fue un lastre. Este año hemos conseguido darle la vuelta», aseguró el edil responsable de la hacienda municipal.
Hernández recordó que durante buena parte del ejercicio anterior el Ayuntamiento tuvo que operar sin capacidad real de inversión, y cómo para financiar algunas actuaciones se tuvo que recurrir a pedir permiso a la Junta para endeudarse «porque no había dinero suficiente y el remanente era negativo». Una situación que desarmó el plan de inversiones previsto para el año pasado, además de procurar una política de contención del gasto y de maximización de los ingresos.
«Bajo ningún concepto podíamos volver a tener un remanente negativo. Por eso hicimos un esfuerzo muy fuerte por mejorar la recaudación y contener el gasto corriente en todo aquello que no fuera imprescindible para los servicios municipales», recalcó Hernández.
Una nueva etapa. La alcaldesa, Miriam Andrés, refrendó el mensaje de su concejal de Hacienda con la misma línea. «El resultado de la liquidación de 2024 refleja el primer año de gestión presupuestaria íntegra del equipo socialista», apuntó. «Y ha demostrado que hacer un seguimiento exhaustivo y diario de los expedientes, tanto de ingresos como de gasto, tiene su recompensa. Ha sido un éxito, y como alcaldesa solo puedo decir que me siento orgullosa del trabajo de este equipo de Gobierno», aseveró. Andrés recordó que buena parte del esfuerzo se ha centrado en pagar facturas acumuladas desde años atrás comprometidas por el anterior equipo de Gobierno de PP y Cs. «Este Ayuntamiento debía alrededor de cinco millones de euros solo en agua. Hoy podemos decir que hemos puesto al día todos esos pagos y que hemos dejado limpio el balance económico», alegó.
Y es que, a la espera de que el Gobierno de España autorice de nuevo a los ayuntamientos a usar los remanentes para inversiones, el Ayuntamiento ya tiene claro cuál será la prioridad si no se permite esa opción. «Si finalmente no podemos invertir ese dinero, lo destinaremos a amortizar la deuda de la calle Jardines», advirtió la alcaldesa. Cabe recordar que la deuda total del Consistorio por este asunto era de 25 millones de euros, aunque 6 ya fueron amortizados durante el anterior mandato gracias al fondo extraordinario concedido por la Diputación. Este 2025 se inicia el calendario de devolución y está previsto el pago de otros 2,5 millones, y así cada año hasta saldar la totalidad del préstamo.
Aunque el equipo de Gobierno confía en que el Ejecutivo central acabará prorrogando la disposición adicional sexta de la Ley de Estabilidad Presupuestaria -la que permite a las entidades locales destinar sus remanentes a inversiones financieramente sostenibles-, la alcaldesa dejó ayer claro que su intención pasa por «invertir en la ciudad, en sus barrios, en los espacios públicos» esos 9,5 millones de euros, pero, si no hay margen legal, utilizará el superávit para sanear la deuda de la calle Jardines, la cual condiciona la planificación presupuestaria a medio plazo.
El presupuesto. Con esa base sólida, el Ayuntamiento ya ha cerrado su propuesta de presupuesto para 2025, que se debatirá en pleno extraordinario el próximo 29 de abril. El documento, consensuado entre PSOE, IU-Podemos y ¡Vamos Palencia!, contempla finalmente un gasto total de 102.082.005 euros, una cifra que crece respecto al borrador presentado en febrero, que era de 98,28 millones. El aumento responde a la incorporación de propuestas de ambas formaciones para garantizar el respaldo político al proyecto.
«El presupuesto de 2025 debe ser un trampolín, un impulso definitivo para Palencia», explicó el concejal de Hacienda. «Por eso hemos trabajado con los otros grupos para llegar a un acuerdo. Todos hemos cedido un poco, pero el resultado son tres maneras de entender Palencia condensadas en un solo presupuesto», alegó Hernández.
Ese entendimiento se traduce en un plan de inversiones de 7,2 millones, que podría ampliarse si se resuelven favorablemente las convocatorias de los fondos EDIL (19 millones solicitados) y del Plan de Infraestructura Verde (otros 3,5 millones). «Sabemos que hay mucho por hacer», concluyó la alcaldesa, «pero hemos demostrado que, con planificación y seriedad, esta ciudad puede cambiar. Solo necesitamos seguir por este camino».