Editorial

La necesidad de más diciembres de alegría y felicidad en los restaurantes

DP
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Pese a los buenos resultados, nos encontramos en un momento en el que el sector busca agua porque tiene sed y el Estado no puede dejar lejos de su alcance la botella

Todo hace indicar que diciembre será un buen mes para la hostelería palentina. Las primeras reservas y la trayectoria de los últimos meses invitan a ello. De hecho, se habla de llenos en los dos fines de semana anteriores a Nochebuena. El sector, pese a los nubarrones que le llevan acechando desde hace tiempo por la falta de personal, espera con ilusión y esperanza la llegada de un mes dominado por cenas de empresa y de grupos de amigos, aunque cada vez es más frecuente que en las fechas festivas navideñas, las reservadas tradicionalmente para la familia, se abandonen los salones de las viviendas por los de un restaurante. Unos ganan dinero por su trabajo y otros disfrutan de platos, aun si cabe, más especiales sin tener que estar pendiente de poner la mesa, de mirar el horno o de comprar la botella de vino en el supermercado. Hay un beneficio mutuo.

En primer lugar, esto significa que diciembre sigue siendo una fecha en la que se hace balance con compañeros de trabajo, amistades y familiares. Probablemente en algunos años haya poco que celebrar y en otros quizá pueda hacerse un pequeño exceso, pero estos encuentros, que merecen todas las personas, son interesantes para romper la rutina habitual y recordar anécdotas e historias que, en muchos casos, sacarán más de una carcajada al resto de la mesa y seguirán grabados en la memoria colectiva de la empresa o cuadrilla. La vida no es solo trabajo y estas citas tienen que permanecer en el calendario de los palentinos.

Y en segundo lugar, que la hostelería es un sector que tiene tirón entre la población palentina y, por tanto, puede seguir siendo un motor  económico de la provincia. Pero para ello hay que escuchar a los demandantes de empleo, pero también a las empresas, que tienen reclamaciones claras a la administración. Una de las más importantes en estos momentos es facilitar la contratación de personas extracomunitarias que, según aseguran desde Hostelería Palencia, quieren trabajar. 

Pese a los buenos resultados, nos encontramos en un momento en el que el sector busca agua para beber porque tiene sed y el Estado no puede dejar lejos de su alcance la botella. Hay que lograr cubrir las vacantes y está puede ser una buena opción. No es una demanda que se limite a la entidad encabeza por el empresario Alberto delBurgo y al sector de los bares y restaurantes. Por poner un ejemplo, el presidente de la Cámara de Comercio de Palencia, Conrado Merino, afirmó hace unos días que «necesitamos gente de otros países».

Si se ocupan estos puestos, se generará riqueza a través de las empresas, cuyos trabajados se juntarán antes de Navidad para cenar en los restaurantes de la provincia. Son, por tanto, necesarios más diciembres de alegría y felicidad en estos locales por el bien de todos.