La cámara de Paco Manzano ha capturado la evolución de la música en los últimos 40 años. Desde el rock hasta el jazz, poniendo un especial énfasis en el flamenco, este fotógrafo manchego acumula cientas de miles de instantáneas de muchas de las figuras musicales más icónicas del país.
Paco Manzano es uno de los grandes retratistas de La Movida, un movimiento al que ha criticado en diversas ocasiones por «obstaculizar a muchos músicos». Esa visión se recoge en el libro Ni tribus, ni movidas, de José Manuel Gómez, en el que las fotografías de Manzano retratan la cultura musical de aquellos años.
En el marco del ciclo V Noches Flamencas, su exposición Damas del Flamenco puede visitarse en el Teatro Principal para repasar los grandes rostros de este género en clave femenina, tanto del cante como del baile, con fotografías de La Sayano, La Tomasa, Fernanda, Bernarda de Utrera, Carmen Linares o Lola Flores, por citar algunos de los muchos nombres de la lista.
Lleva toda la vida ligado a la fotografía de espectáculos musicales. ¿Percibe alguna diferencia a la hora de fotografiar unos géneros u otros?
Las fotografías se tratan igual. Otra cosa es que la imagen que consigues sea distinta porque sus protagonistas lo son, pero nada más. Puedes hacer un primer plano de Miguel Ríos y, evidentemente, su estética va a ser diferente a la del flamenco.
Por su parte, esta va a ser más parecida a la del jazz, porque los que cantan y tocan el piano o el saxofón son más semejantes a los que hacen lo propio con la guitarra.
¿A cuál le gusta más fotografiar?
Un día estuve con Miles Davis y después con Lola Flores. Ahí ves que cabe todo. ¿Me gusta más el primero o el segundo? Me da igual.
Critica mucho a La Movida madrileña. ¿Por qué?
Cuando pones algo de moda, dura cinco años antes de desaparecer, aunque luego se recicle. La música de aquellos años se ubicó solamente en el pop de Madrid, cuando, de repente, salieron muchos artistas que eran hijos de gente pudiente. Aunque al principio no sabían tocar, algunos llegaron a ser muy buenos.
Alguna gente del rock como Barón Rojo, a los que conozco, me contaron que el PSOE les quiso contratar para que fueran sus teloneros, ya que en el año 82 vendían más que nadie. Ellos no quisieron y el partido decidió dar un gran auge al pop y a La Movida.
En aquellos tiempos había música de todo tipo, pero La Movida fue la que se puso de moda. ¿Por qué la critico y digo que generó un daño colateral? Porque los demás desaparecieron. Ocupó un espacio que invisibilizó a muchísima música. No es que niegue su existencia, sino que pienso que obstaculizó a muchos músicos.
Ya que su exposición en el Teatro Principal tiene como protagonistas a las mujeres en el flamenco, ¿cuáles son para usted las figuras femeninas que más revolucionaron esta disciplina?
Nunca me atrevería a decirlas. Entre otras cosas, porque no sé de flamenco. Hay artistas que son más conocidos y, por tanto, más populares.
Por ejemplo, Paco de Lucía revolucionó el flamenco, pero porque es el más popular. No obstante, muy poca gente conoce a Sabicas. Con Camarón, que fue el que cambió la manera de comportarse de los autores, ocurre algo similar.
Con las mujeres pasa lo mismo. Es muy difícil decir quién fue la que revolucionó el cante.
Además de la música, ¿qué otros estilos ha fotografiado?
He hecho muchas cosas, lo que pasa es que no las vendo.
En los tiempos de antes, cuando las fotografías se hacían con carretes del 36, llegué a hacer unas 300.000 fotos. Las que están en formato digital ya ni las cuento, y eso solo en cuanto a lo que tiene que ver con la música.
He hecho también fotografías de paisaje, pero esas me las guardo para mí. A lo mejor algún día las saco a la luz, pero, de momento, no tengo tiempo. De hecho, ahora acabamos de publicar Ni tribus, ni movidas, un libro que retrata la historia de los años 80 y 90 en Madrid. Es la otra movida.
También podría contar la historia de Cuba a través de sus músicos, pues tengo a casi todos fotografiados y he estado muchas veces allí. Además, hice varias fotografías de turismo para las agencias.
Del mismo modo, tengo a casi a todos los músicos brasileños.Hubo una época en la que todos los días había enMadrid conciertos y grandes festivales.
Los eventos de presentaciones de discos, conciertos, ruedas de prensa... En general, la mayoría de mi trabajo es la música.