Derrota con honor. Esa es la mejor definición del partido del Súper Agropal ante el líder SanPablo Burgos. Ayer se perdió, posiblemente, toda opción de ascender de forma directa a ACB, pero se confirmó que este equipo va a más jornada a jornada, que es capaz de tutear e incluso superar a cualquier rival por mucho pedigrí que tenga. Lo peor, aparte de la derrota, fue la lesión de Kamba, cuyo alcance se conocerá en las próximas horas.
Oroz, Borg, Kamba, Vaulet y Krutwig de salida en los morados, buscando una defensa agresiva y marcar territorio. Lo hizo curiosamente dominando la pintura, donde en teoría es inferior al líder. Krutwig estaba imparable y Vaulet estaba en su línea. Entre ambos anotaron los primeros doce puntos morados. Súper Agropal estaba mirando a los ojos de su potente rival, manteniéndole el pulso, pese a perder en una jugada de infortunio a Kamba, que ya no volvió a saltar al terreno de juego, cojeando de forma visible y dando la sensación de ser una lesión seria. El público se encendió con alguna, más bien algunas, decisiones cuestionables, pero no descentró a los colegiales, que estaban sabiendo llevar el partido a su terreno, jugándose más a lo que quería que a lo que proponía el San Pablo, vestido para la ocasión a lo Rayo Vallecano.
Tres arriba para los palentinos, 24-21, en el final del primer cuarto, pleno de intensidad y sin complejos ante el intratable líder, que rebosa calidad en todas sus líneas, por dentro y por fuera, en la cancha y en el banquillo. Un equipazo.
No le convenía al cuadro burgalés ese ritmo frenético y le quiso dar pausa. El partido entraba en una lucha sin cuartel por cada balón, como si fuese el último. Cúmulo de errores por uno y otro lado y también en el trío arbitral, encendiendo todavía más los ánimos en la grada de la más que nunca Caldera de Castilla. Más que un partido de liga, parecía uno de play-off, con toda la temporada en juego. Cada canasta había que conseguirla a sangre y fuego. Empezaba a afinar el equipo palentino en el lanzamiento exterior, con dos triples de Vaulet y Wintering, respondido por otro del burgalés Goloman, en el momento en el que Kamba regresaba a la pista, pero para animar a sus compañeros, apoyado en unas muletas. Kunkel, con un triple, y una canasta en contraataque le volvía a dar ventaja al cuadro morado, 44-39 a 37'' del final de la primera parte. Súper Agropal necesita rock and roll, es la música que más le va.
El talentoso argentino Corbalán se echaba al equipo burgalés encima al comienzo de la segunda mitad con el objetivo de liderar la remontada, pero los de Guil no se descomponían, al contrario. Con defensas alternativas y muchas rotaciones lograban crear ciertas dudas al rival y mantener la intensidad. Burgos, sin coger ritmo de crucero, vivía del enorme talento que atesora y por primera vez después de un largo tiempo se colocaba por delante en el marcador, 54-55 a dos minutos y medio para el final del tercer acto. Se estaba jugando un derbi regional entre, posiblemente, los dos equipos que mejor baloncesto desarrollan en este momento. Entraban en juego los pistoleros, con un intercambio de canastas de tres en brillantes acciones individuales. Kunkel es el que desenfunda más rápido. 62-61 y diez apasionantes minutos finales por delante. Las pilas del marcapasos a tope.
Kunkel volvía a acertar con un tiro de alta precisión para abrir el último cuarto, pero también Burgos tiene francotiradores y en base a ello volvía a ponerse por delante. Smash de Borg como respuesta. Intercambio de canastas, alternativas en el marcador, cualquier error se penalizaba. La polémica no cesaba. Una posible falta visitante acabó con triple de Corbalán. Cuatro arriba a 3'09'' para el final para los de la capital del Cid. Otro triple estratosférico, otra decisión arbitral sorprendente y siete arriba para Burgos, su mayor ventaja.
Menos de dos minutos por delante, parecía todo perdido, pero este equipo morado tiene raza, implicación. Vaulet anotaba un triple que daba esperanzas. Borg robaba un balón que ponía la distancia a dos puntos. Una buena defensa sobre Corbalán y última posesión para por lo menos forzar la prórroga. Se la jugó Wintering, el balón se dio un paseo por el aro, para no entrar. Esta vez salió cruz en el marcador, pero el equipo dio la cara. Derrota con sabor a triunfo.