Llevaba cuatro años consecutivos abriendo la puerta grande de Campos Góticos, pero ayer no pudo ser y tuvo que conformarse con una única oreja en su primer toro. Y es que la faena al cierraplaza fue más irregular y no estuvo fina a la hora de matarlo.
La rejoneadora gala se mostraba contenta tras ser premiada con una oreja después de dar muerte a su primero. «Cortar una oreja en una plaza tan importante como esta siempre te alegra. No voy a negar que Campos Góticos está entre mis favoritas».
Con respecto a ese astado, el que se lidió como tercero del festejo, Lea Vicens lo definió como «un animal complicadete: primero distraido y manseando un poquito, mientras que luego le faltó fondo, continuidad y transmisión. Aún así le corté una oreja lo que da más valor a la faena realizada».
Con el rejón de muerte estuvo certera con ese toro, si bien con el sexto erró tanto con la espada como con el descabello. «Tengo mis días y mis momentos. Unas veces los mato a la primera y otras me cuesta más».