Súper Agropal Palencia consiguió imponerse por la mínima a un HLA Alicante que había ganado sus últimos cuatro encuentros en casa. Y durante muchos minutos parecía que iban a sumar el quinto, ya que después de un 2-4 inicial, la ventaja fue siempre para los alicantinos, que llegaron a colocarse con 11 puntos de renta en el segundo cuarto. Sufrían los de Guil, aunque no se descolgaron en ningún momento y durante todo el partido hicieron la goma para mantenerse con vida hasta colocarse por delante en el minuto 33. De ahí al final del partido, alternancias en el luminoso y emoción máxima hasta el pitido final.
El encuentro comenzó con dos equipos que trataban de hacerse fuertes en defensa y mucha igualdad en la pista. Las canastas llegaban con cuentagotas y al minuto cuatro se llegaba con un corto 4-4 en el marcador. Sin embargo, HLA Alicante conseguiría abrir una brecha de cinco puntos gracias a un buen contraataque y un triple (11-6, minuto cinco). Oroz replicaba desde el exterior, pero lo cierto es que Súper Agropal Palencia no conseguía meterse en el partido. Sufrían los de Luis Guil ante la presión defensiva de su rival, que, además, se mostraba mucho más efectivo en ataque y a 2'46 para el final del cuarto se colocaba con nueve puntos de renta (21-12). Apretó los dientes el equipo palentino en la recta final del cuarto para acortar distancias (28-22, minuto 10).
No conseguían los de Guil encontrarse cómodos en la cancha y en el inicio del segundo cuarto HLA Alicante volvía a escaparse con un parcial de 4-0 que ponía el 32-22 en el luminoso. Hacían la goma una y otra vez los palentinos, que llegaron a estar a 11 puntos mediado el cuarto (38-27), para ponerse a solo tres en menos de un minuto gracias a un par de buenas acciones defensivas y dos triples de Rodríguez (38-35). Sin embargo, no conseguían los visitantes culminar su remontada y en la recta final del cuarto el equipo local volvía a irse de seis puntos (48-42).
Apretó en defensa Súper Agropal Palencia en el inicio del tercer cuarto, secando el ataque de un HLA Alicante que en los primeros tres minutos del cuarto tan solo fue capaz de anotar desde la línea de tiros libres. Sin embargo, el juego ofensivo de los palentinos no mejoró. Los castellanos y leoneses seguían fallando lanzamientos y perdiendo balones y apenas fueron capaces de recortar diferencias (49-44).
El excolegial Kacinas acudía al rescate de los alicantinos con cinco puntos consecutivos y volvía a lanzar a los suyos hasta los diez puntos de ventaja (54-44), obligando a Luis Guil a pedir tiempo muerto (minuto 24). Apretaban los morados, que tras una técnica del entrenador local colocaban el 54-50 en el luminoso a cinco minutos del final del cuarto. Krutwig ponía el 54-52 poco después, pero la alegría duraba poco y los locales abrían la brecha de nuevo con un triple y dos tiros libres (59-52). El partido volvía a la dinámica de los cuartos anteriores y los palentinos hacían la goma una y otra vez, pero sin conseguir ponerse por delante. Así, al cuarto decisivo se llegaba con 69-65.
Volvían a distanciarse los locales en el inicio del último cuarto (75-67), pero Súper Agropal Palencia no perdía los nervios. Guil movía el banquillo, los suyos recuperaban la intensidad defensiva y, esta vez sí, conseguían igualar el partido a 77 puntos a falta de siete minutos para el final. Los morados se crecían y mediado el cuarto se ponían por delante, por primera vez desde el 2-4 del minuto dos (79-81). Llegó a tener seis puntos de renta el conjunto visitante (81-87), pero un tiempo muerto dio vida a HLA Alicante, que llevaba el partido a un final de infarto (89-90, minuto 38). Le daban la vuelta al marcador los locales en esa recta final, aunque Súper Agropal Palencia no se descolgaba y Kunkel ponía el 95-96 desde la línea de tiros libres a siete segundos de la conclusión. Lo intentaban los locales a la desesperada con un lanzamiento lejano, pero no entraba el tiro de King y los de Guil sumaban una victoria que sabe a gloria.
Parece abonado al final de infarto el Súper Agropal Palencia, que tras su agónica victoria en el último suspiro ante Fuenlabrada repitió el modus operandi en Alicante.