Las carreteras palentinas registraron este verano tres accidentes de circulación mortales que dejaron otros tantos fallecidos, todos ellos en la N-611, la vía convencional que une Palencia y Santander. En el primero, registrado el 2 de julio en el término municipal de Amusco, falleció un camionero tras una colisión por alcance entre dos grandes vehículos; en el segundo, que tuvo lugar seis días más tarde en Fuentes de Valdepero, murió un motorista que se salió de la calzada, y en el tercero, el 4 de agosto en Aguilar de Campoo, pereció la conductora de un turismo.
Estas cifras provocaron que Palencia volviera a tener que lamentar de nuevo decesos vinculados a las carreteras. Según los datos publicados en el Informe de Siniestralidad Vial del verano 2024, no hubo muertos en accidentes de tráfico ni en 2023 ni en 2022, aunque hay que tener en cuenta que hace dos años se encontró el 18 de agosto a un varón muerto en el interior de un vehículo accidentado en el kilómetro 16,2 de la P-230, en Villasila de Valdavia, después de que fuera denunciada su desaparición semanas antes. Esta muerte no fue contabilizada oficialmente en este registro. Siguiendo los documentos de la DGT, la cifra de personas fallecidas en la última década ascendió a 21. En las autovías murieron dos personas, mientras que en el resto de vías se produjeron 19 decesos. El peor año, con seis víctimas mortales, fue 2015.
Por su parte, el jefe provincial de Tráfico,Fernando Alonso, detalló que se registró un ligero aumento (concretamente del 0,81%) en el número de accidentes de tráfico urbanos e interurbanos, ya que de los 369 sucesos de julio y agosto de 2023 se pasó a los 372 de los dos anteriores meses. En cambio, explicó que los heridos se incrementaron en ocho hasta los 62, lo que equivale a una subida porcentual del 14,81%.
El balance, por tanto, es peor, aunque Alonso también hizo referencia a que hay que tener en cuenta que el volumen de largo recorrido registrado durante julio y agosto aumentó un 4,4% respecto al mismo período del año anterior.
DESDE AÑO NUEVO. Los datos desde el 1 de enero son también peores que los del año pasado. Según los datos deTráfico, en lo que llevamos de año, los accidentes de circulación han provocado siete muertes y 153 heridos, mientras en 2023 aún no se había registrado ningún muerto (los dos primeros llegaron el 30 de septiembre tras salirse de la vía el vehículo en el que viajaban cerca de Lantadilla), aunque la cifra de heridos era algo superior (191).
A los tres muertos estivales hay que sumar los decesos de un motorista en la P-903 en Dueñas, de un conductor de un vehículo en la PP-1321 en Quintana del Puente, de un varón tras ser arrollado por su propio vehículo en la A-67 enVillamuriel de Cerrato y de un militar que fue atropellado en la A-62 a su paso por Dueñas. «Estamos registrando un incremento del número de fallecidos a nivel provincial, regional y nacional», manifestóel jefe provincial de Tráfico.
Respecto a las causas de los siniestros,Alonso comentó que «se repiten año tras año: las distracciones de los conductores, especialmente por el uso indebido de teléfonos móviles y de las tabletas que incorporan los vehículos más modernos, los excesos de velocidad y los efectos de las drogas sobre los conductores».
PREVENCIÓN. En aras de la prevención, la DGT está tramitando una futura modificación del Reglamento General de Circulación. Entre las normas que plantean (que podrán ser modificadas o eliminadas durante la tramitación en las CortesGenerales) figuran la fijación de la tasa máxima de alcohol a los conductores de camiones, autobuses, taxis, servicios de urgancias y conductores con menos de dos años de antiguedad en 0,10 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (actualmente es 0,15), la prohibición de adelantamientos cuando haya nieve en las autovías y la obligación de circular por el carril derecho y la utilización del casco homologado en todas las circunstancias por parte de los ciclistas sin excepción alguna, entre otras cuestiones.
Además, de recibir luz verde esta propuesta, los conductores de motocicletas y sus pasajeros deberán utilizar obligatoriamente guantes de protección y solo podrán usar cascos integrales (es decir, los que protegen rostro y mandíbula). Tampoco podrán manejarse este tipo de vehículos con chanchas y los motoristas tendrán que portar un chaleco reflectante homologado porque será obligatorio que lo utilicen si se bajan de sus motocicletas en la carretera. Por último, la modificación que propone la DGT ya no permitirá automáticamente la conducción de motocicletas de hasta 125 cc a los titulares del permiso de conducción de turismos con más de tres años de antigüedad. Será necesario superar un breve curso teórico y práctico. El planteamiento de Tráfico es que esta norma no tenga carácter retroactivo.