El Becerril está obrando casi un milagro. Con una plantilla tremendamente mermada por las bajas, el cuadro terracampino no solo está salvando la cabeza, sino que acumula cuatro jornadas sin conocer la derrota, con tres victorias y un empate. Y ante rivales de entidad. El Becerril vive tranquilo, en mitad de tabla con 13 puntos, a siete del descenso que marca el Diocesanos con seis. Dos menos, cuatro, tiene la Ponferradina B, que todavía no conoce la victoria y que mañana (16 horas) visita el Mariano Haro. «El equipo llega en buen estado anímico. Cuando peor podíamos estar llevamos tres victorias y un empate», afirmaba Francis Olea, técnico morado.
En cuanto a la Ponferradina B, Olea sostiene que «ha perdido potencial pero seguramente no ha hecho las cosas tan mal como para estar tan abajo. Tiene un buen entrenador y jugadores que si están inspirados pueden ser muy peligrosos. Además, vendrán con hambre de conseguir su primera victoria».
Por ello, Olea cree que la clave está en «no confiarnos. No debemos pensar cosas que no son. Tenemos que trabajar igual que lo hemos hecho en los anteriores partidos. Contra el Diocesanos así fue y tenemos que seguir en esa línea. No por haber ganado a rivales de entidad vamos a ganar mañana sin merecerlo».
CORTA CONVOCATORIA. El técnico morado se ve en la obligación de armar una convocatoria muy corta, de unos 15 jugadores. Olea no podrá contar con Ricardo, Amado, David, Huse, Franín y Diego Martín. Vuelve Jair a la lista, pero está entre algodones, recién salido de lesión. Isma se sentará en el banquillo pero tiene muy complicado jugar, todavía con molestias. Francis Olea no quiere arriesgar. Juan Pablo, del filial, es duda hasta el último momento.