El PP sale indemne del primer pleno de las Cortes en minoría y 'exprime' a su antiguo socio en el Gobierno regional. Un 4-0 de manual y los tres puntos al casillero del Grupo Popular en su estreno en solitario en el Parlamento autonómico. Los de Alfonso Fernández Mañueco lograron sacar adelante su proposición de Ley para blindar los servicios públicos esenciales; su PNL para apretar al PSOE con el «cupo» catalán; tumbaron la propuesta de Vox sobre nuevas rebajas fiscales en vivienda; y tampoco permitieron a su exsocio colar ninguna enmienda. El muro del PP ya está levantado en las Cortes, que no ha querido esperar para marcar distancias ideológicas y de voto con los de Juan García-Gallardo desde el primer día.
Una postura que parece haber pillado con el pie cambiado al Grupo de Vox en las Cortes y a su nuevo portavoz, que ayer no ocultó «cierto desconcierto» con los populares. «Estupefactos» y «sorprendidos» aseguró se quedaron en la formación de Abascal tras el 'no' del PP a su PNL que planteaba una serie de nuevas bonificaciones y rebajas fiscales sobre la vivienda. Negativa que aprovecharon desde la bancada popular para pedir a Vox que si quieren «avanzar en la rebaja de impuestos», apoyen la futura Ley de Medidas Financieras que acompañará el proyecto de Presupuestos de Castilla y León para 2025.
Mientras, García-Gallardo centró su única intervención ante el pleno de este miércoles en arremeter contra los populares. «Tiene usted un problema. Está más preocupado en criticar al PP que en criticar las políticas de Sánchez», le señaló Ricardo Gavilanes (PP). Más tarde reconoció en los pasillos de la Cámara que no entienden la «neutralidad y equidistancia» del PP, que consideró que está «muy perdido».
Un pacto con los ciudadanos
Todo ello durante un pleno en el que el Grupo Popular, con los votos «por coherencia» de Vox, logró aprobar su proposición de ley por la que se garantiza la prestación de los servicios autonómicos esenciales en la Comunidad. «Es un pacto con los ciudadanos de Castilla y León», resumió Miguel Ángel García Nieto (PP), que anunció el 'no' de su grupo a todas las enmiendas presentadas por la oposición para «no cambiar el espíritu de la ley». Durante su debate de la proposición, García Nieto rebatió que se trata de un suelo de calidad del que no se bajará para mantener «la excelencia» de la «mejor educación» que se ofrece en España, una de las mejores en sanidad y también en los puestos altos en atención a la dependencia y servicios sociales. «Es el momento oportuno para que queden blindados y no expuestos a perder ni un grado de excelencia».
Mientras, toda la oposición salvo Vox –que pidió turno tras la votación para explicar su voto– rechazaron una ley «inútil, inservible y anodina», de la que dudaron que «sirva para blindar nada». «Esta Ley lo único que blinda son los recortes introducidos por el PP en 2012», criticó Diego Moreno (PSOE), que lamentó que la nueva normativa «no obliga» a la Junta «a nada» y, además» no aumenta la inversión «ni un euro». «El timo de la estampita», la llamó Francisco Igea, que dudó también de que se garantice la calidad y control.