La Asociación de Vecinos de Vallejo de Orbó se muestra impotente al ver cómo la iglesia de su localidad se va deteriorando con el paso del tiempo y no puedan hacer nada, al entender que el templo es propiedad de la empresa minera Uminsa. El colectivo vecinal pide al propietario que ceda el edificio al pueblo con el fin de evitar su desaparición debido al deterioro que presenta en la actualidad.
La asociación explica que «si no se toman medidas pronto, tememos que se derrumbe por completo la Iglesia porque el deterioro cada vez es mayor y el coste del arreglo también se incrementaría», explica Julio García Solís, miembro del colectivo vecinal que desde hace varios años reivindican la rehabilitación del edificio «sin que la empresa competente haya hecho nada al respecto», insiste. «Hemos tenido que habilitar la Casa del Pueblo, que nos cedió el Ayuntamiento hace dos años, para celebrar los cultos, dado que suponía un riesgo para los vecinos», aseguran con temor sus responsables.
Se encomiendan a Santa Bárbara. La empresa ha informado que tiene previsto analizar la situación de la iglesia y dar una respuesta. El Obispado, que está al tanto de lo que ocurre, considera que no puede hacer nada al respecto, mientras Uminsa sea la propietaria. A los vecinos, de momento, solo les queda encomendarse a Santa Bárbara aprovechando su festividad.