Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Corporativismo político

25/10/2023

La dirigencia política e institucional en general y la autonómica, en particular, muestra signos de indolencia que van más allá de la propia acción de gobierno, cuyo fluctuante devenir merecerá un capítulo aparte. Pero, permítanme abordar hoy el corporativismo que, a pesar de las disputas dialécticas, predomina en las relaciones entre las fuerzas políticas con representación parlamentaria, incluida el Grupo Mixto, un nombre que ya de por sí deja entrever ese atomizado diván de los recuerdos en el que parece haberse convertido.

Ese atávico corporativismo suele evidenciarse en sesiones de control, comisiones de trabajo y otros espacios de debate en los que el legítimo enfrentamiento es tan efímero como desolador. Y así es quizá por la propia desidia de la que hacen gala quienes, por simple posición parlamentaria, más deberían ejercer la tarea de control gubernativa. Ejemplos de ello los hay a pares, pero, personalmente, me llaman la atención los asuntos que van y vuelven relacionados con el área de medio ambiente, una consejería en la que varios de sus altos responsables con mando en la segunda fila huelen a alcanfor y capitanean, casi de manera vitalicia, una gestión caracterizada en demasiadas ocasiones por la opacidad y el clientelismo. Ya lo dijo la ex primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Arden: "Soy humana, los políticos somos humanos. Lo damos todo, todo el tiempo que podemos. Y entonces llega la hora de dejar el cargo público". Una decisión que, como bien imaginan, en Castilla y León será muy difícil de ver.

Esta apática situación predomina, como digo, en esos ámbitos de responsabilidad de segunda fila en los que no ha habido cambio de caras en décadas y, por supuesto, la energía necesaria, a la que aludía veladamente Arden tras cuatro años en el poder, hace años que aquí se diluyó como azucarillo en agua. ¿O alguien piensa lo contrario?

Pero lo más deprimente es comprobar cómo esa labor de fiscalización en el hemiciclo pasa de puntillas muchas veces, como sobreseído por falta de pruebas o, peor aún, por la incomprensible inanición de la que hacen gala los grupos de la oposición. ¿Y por qué sucede esto? Pues la respuesta, o parte de ella, hay que encontrarla en ese indisimulado corporativismo que practican sus señorías, con independencia de la bancada en la que se sientan.

Triste, no, lo siguiente.