La plantilla de un hospital va más allá de los médicos y el personal de enfermería. Aunque constituyen el núcleo y el grueso de la actividad sanitaria, junto a ellos hay una larga lista de profesiones que son igualmente imprescindibles para mantener a punto el engranaje de un complejo hospitalario.

Calefactor, costurera, fontanero, planchadora, pinche, pintor o albañil son parte de los oficios presentes, por necesarios, en la plantilla de la sanidad pública. En unos casos, por tratarse de personal de mantenimiento; en otros, por cubrir tareas en apartados auxiliares de la actividad sanitaria.

«Si durante alguno de los procesos llevados a cabo se observa que una prenda está rota, que le falta algún botón, que queda larga, etc, tenemos un personal de costura que se ocupa de volver a poner a punto dicha prenda y que pueda volver a entrar en el circuito», resalta la gobernanta Ana Mediavilla.

LAS COSTURERAS, EL VALOR AÑADIDO AL SERVICIO - Foto: REPORTAJE GRÁFICO: SARA MUNIOSGURENEs el trabajo más artesanal que se lleva a cabo en el servicio de lavandería y, a la vez, el más preciso y técnico. Y tres son las profesionales que están dedicadas a este menester: María José Ruiz, Mari Paz Alonso y Begoña Salvador.

«Aquí reparamos o rehabilitamos prendas, sábanas, pijamas, colchas e incluso confeccionamos algunas prendas que pueden ser utilizadas en servicios médicos específicos o consultas. También elaboramos elementos textiles que se necesitan en los quirófanos o en partos», sostienen.

Sus manos son precisamente la mejor herramienta de estas tres mujeres que dan «el valor añadido al servicio de lavandería. Su labor no tiene precio», según afirma la jefa del servicio Mercedes Sanz, aunque cuentan con unas añejas máquinas de coser para sus propósitos profesionales. 

EN LA MERCERÍA PALENTINA. Es habitual que el servicio acuda a una mercería de Palencia para poder servirse del material de costura necesario como hilos y agujas. 

LAS COSTURERAS, EL VALOR AÑADIDO AL SERVICIO - Foto: REPORTAJE GRÁFICO: SARA MUNIOSGUREN«Salvo las lógicas excepciones, el material textil que se utiliza en el complejo hospitalario no se tira si se puede arreglar. Además, gracias a las costureras el residuo es mínimo», añade. Las responsables del servicio recuerdan a Diario Palentino el proyecto que ejecutaron las profesionales costureras durante los primeros y trágicos momentos de la pandemia del covid. 

«No había batas ni delantales de protección para el personal hospitalario y entonces la gobernanta nos enseñó a través de un vídeo de youtube cómo se podían elaborar con bolsas de plástico EPIs de protección y los susodichos delantales. Y aquí nos pusimos manos a la obra. Fue un trabajo fantástico que, además, tiene un componente emocional», detallan. 

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