En plena resaca de la celebración del Día Internacional de la Mujer, Paredes de Nava da un paso más hacia la igualdad entre sexos con la incorporación de las 27 primeras integrantes femeninas en los 107 años de historia de la cofradía de Nuestra Señora de Carejas.

Será justo dentro de medio año, el 8 de septiembre, cuando esta treintena de paredeñas reciba «por fin» su vara y medalla como cofrades. Con ello se hace «justicia» y se cumple una «demanda social», según detalla Isabel Alonso, una de las promotoras de esta lucha con final feliz gracias, también, a la buena disposición de la hermandad. No en vano, en su último cabildo respaldó por unanimidad  la incorporación de las mujeres.

«Había interés por las mujeres y la intención de muchos cofrades, que entendíamos que había que abrirlas la puerta para entrar», sostiene uno de los cofrades consultados por Diario Palentino.

Su incorporación responde a un cambio de estatutos recientemente aprobado por la junta directiva de la cofradía, que ha establecido un número máximo de 105 integrantes en sus filas.

Los requisitos que se les exige son los mismos que a sus compañeros varones. Esto es, ser mayor de edad, profesar la religión católica y ser natural de Paredes o tener algún vínculo familiar con la villa.

«Queríamos que las cosas cambiaran. Nos parecía mentira que no se nos permitiera entrar a las mujeres, siendo como es la patrona del pueblo [da el pistoletazo oficial a las fiestas patronales cada mes de septiembre], la Virgen de todos», subraya Alonso, quien se congratula del paso que se ha dado tras años de intentonas fallidas.

Las mujeres se estrenarán como cofrades por partida doble. Y es que, según manda la tradición, se elige por sorteo entre los nuevos integrantes al mayordomo, en este caso mayordoma. Un trabajo que se basa en la representación de la cofradía en los actos de Semana Santa, la festividad del Pilar o en actos institucionales en los que el Ayuntamiento requiere su presencia. Un  punto de inflexión para la mujer en Carejas, que hasta ahora solo podía desempeñar el cargo de camarera, que es la encargada de vestir la imagen.

LA ERMITA

La incorporación de la mujer es un motivo más para acercarse en cualquier momento del año hasta la ermita. Situada a poco más de un kilómetro del casco urbano en dirección Villoldo, es un verdadero oasis en mitad de Tierra de Campos, gracias a su excepcional entorno natural, compuesto por una amplia pradera y numerosa vegetación. No le falta el agua durante todo el año y es un lugar excelente para el esparcimiento y recreo de propios y extraños.

En su interior se venera a Nuestra Señora de Carejas, patrona de la villa. La propia ermita es lugar de culto y peregrinación, tanto para los vecinos como por los mucho devotos provenientes de toda España que se acercan hasta este paraje.

SAN ISIDRO EN SANTOYO

Otro ejemplo cercano de la reciente incorporación de la mujer «en igualdad de condiciones que los hombres en derechos y obligaciones» lo encontramos en la cofradía de San Isidro de Santoyo, donde se permitió el acceso femenino el pasado año.

Los hermanos de la entidad religiosa acordaron por unanimidad su acceso en 2021, pero es ahora cuando lo ratifican oficialmente y actualizan otros conceptos desfasados.