Es el equipo pretoriano del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Un grupo unido y compacto con un denominador común: lealtad absoluta al líder republicano. Además, todos ellos comparten un perfil similar, como es una visión semejante sobre el país, una buena presencia en televisión y un firme respaldo a las medidas más polémicas del magnate.
El líder conservador se ha valido de perfiles de línea dura y de personas muy fieles a su política para repartir los puestos más importantes de su futuro Gobierno, un Ejecutivo que ya se posiciona como un Gabinete polémico y muy proteccionista.
Tras elegir el pasado miércoles al senador Marco Rubio como próximo secretario de Estado y a la congresista Tulsi Gabbard como directora de Inteligencia Nacional, el multimillonario anunció ayer que el legislador por Florida Matt Gaetz sería el nuevo fiscal general, un político que está siendo investigado por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes por un presunto delito de tráfico sexual.
No cabe duda que el peso de la futura política de Trump estará sustentado en su nueva jefa de Gabinete, la floridana Susie Wiles, una mujer con un gran prestigio tanto dentro como fuera del partido y de su ministro de Asuntos Exteriores, el senador Marco Rubio, un hombre con el ojo puesto en China y en el Pacífico y del que dependerán muchas de las decisiones sobre los dos conflictos que asolan en estos momentos el planeta: la guerra en Oriente Próximo y la invasión de Rusia a Ucrania.
Sea como fuere, lo cierto es que las declaraciones de algunos de ellos ya han levantado la polémica, como sucede con el tema de las deportaciones masivas o incluso el respaldo a Israel para que se anexionen territorios palestinos, eso sin olvidar el recorte de un tercio del Presupuesto del país que pretende ejecutar el hombre más rico del mundo, Elon Musk, que se convertirá en el director de la Eficiencia de la Administración.
Algunos de estos nombramientos deberán ser confirmados por el Senado, donde los republicanos tendrán a partir de enero una mayoría de 53 escaños que podría verse afectada por disidencias internas. Ante ese escenario, Trump ya ha adelantado que tratará de evitar esa Cámara y hacer nombramientos unilaterales.