"Ya es un hecho la aplicación de la IA en Oncología"

César Ceinos
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La Asociación Española Contra el Cáncer en Palencia «es un referente de cómo deben hacerse las cosas, luchando incansablemente por conseguir sus objetivos». «Su labor es ejemplar», detalla

"Ya es un hecho la aplicación de la IA en Oncología" - Foto: Sara Muniosguren

La conmemoración del primer aniversario de la inauguración de la nueva sede de laAsociación Española Contra el Cáncer en Palencia (AECC), que está situada en la calle General Amor de la capital, contó con una invitada de excepción, la bioquímica e investigadora Mónica López Barahona (Madrid, 1965), que impartió la ponencia Diagnóstico molecular y medicina personalizada enOncología en el Casino. Fue una de las tres conferencias organizadas a lo largo de una Semana Cultural que también contó con la presencia del vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia, José Luis Nájera García, que abordó la importancia de la Ciencia y la investigación en la lucha contra el Sida; y la escritora y catedrática de Literatura, Beatriz Quintana Jato, que recordó al poeta Miguel Hernández.

Licenciada y doctora en CienciasQuímicas (especialidad de Bioquímica y Biología Molecular) por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), López Barahona actualmente ocupa el puesto de directora general académica del Centro de Estudios Biosanitarios (CEB), donde es responsable del máster en Oncología Molecular, y dirige de la Cátedra de Internacional de Bioética Jérôme Lejeune.  Su firma aparece también en numerosos artículos, tanto en revistas en el ámbito de la Oncología Molecular como en publicaciones relacionadas con la Bioética. En este aspecto, sobresalen los libros Identidad y estatuto del embrión humano, La clonación humana, Los códigos de la vida y Manual de Bioética para Jóvenes. Además, envió más de 500 comunicaciones en congresos, organizó diversos congresos e impartió múltiples conferencias.

Diagnóstico molecular y medicina personalizada en Oncología fue el título de la conferencia que impartió en Palencia. ¿Cuales fueron los principales puntos que abordó en la charla que impartió en el Casino de Palencia? 

Traté de la forma más divulgativa que fui capaz, pero por ello sin faltar al rigor científico, la importancia que tiene el diagnóstico molecular tanto para conocer el perfil del tumor como para poder abordarlo terapéuticamente con terapias dirigidas, si las hay.

El diagnóstico molecular implica conocer no sólo las características macroscópicas e histológicas y celulares del tumor, sino también los genes que están mutados. De esta manera ponemos nombre y apellidos al tumor. Ya no hablamos de cáncer de mama, sino de cáncer de mama mucinoso positivo para HER2. Concretamente, frente a HER2 hay un anticuerpo monoclonal, que sería parte de la terapia dirigida frente a un tumor de estas características. La Oncología ha avanzado mucho en las últimas décadas en esta dirección: estratificar los tumores atendiendo a su perfil molecular y abordarlos terapéuticamente con terapias personalizadas cuando es posible.

¿Qué opinión se llevó de su paso por Palencia?

Una ciudad muy bonita y acogedora que guarda auténticas joyas. Tuve la ocasión de visitar la catedral y admirar en un mismo edificio los estilos arquitectónicos visigótico, románico y gótico: su retablo, sus tapices y pinturas, entre las que se encuentra un Greco. El edificio de la Diputación es elegante y señorial y el monasterio de las Claras, con la exposición permanente del Santísimo, solemne y sencillo a la vez. La Calle Mayor contagia su ambiente y, por último, el Casino nos acogió en sus elegantes instalaciones.

¿La personalización de la evaluación médica a través del diagnóstico molecular ayudará a que los pacientes reciban un mejor tratamiento? 

El hecho de conocer el perfil genético y molecular del tumor permite abordarlo terapéuticamente con un tratamiento específico para alguna o algunas de sus mutaciones. De esta forma, se elude en muchos casos utilizar indiscriminadamente quimioterapia, evitando así efectos secundarios innecesarios y afinando en la estrategia terapéutica más eficaz. 

Desde el Centro de Estudios Biosanitarios (CEB), institución de la que es directora general académica, llevan veinte años trabajando en este aspecto a través del máster en Oncología Molecular. ¿Para que sirve esta formación? 

Desde el CEB iniciamos hace 20 años un máster en Oncología Molecular, pues detectamos que cuando se estudia el grado de Medicina y, posteriormente, en las especializaciones a lo largo de la residencia en Oncología Clínica, Anatomía Patológica o Hematología, no se aborda en la profundidad las bases moleculares del cáncer que hoy se conocen. 

Siendo el cáncer un conjunto de patologías con una base molecular, es necesario que el profesional conozca estas bases. Hemos formado ya más de 1.500 especialistas en España y en el resto del mundo. El máster permite conocer las bases moleculares del cáncer, entender la literatura científica, crear sinergias entre alumnos y profesores y trasladar al diagnóstico y a la cabecera del enfermo lo que en él se aprende.

¿Hacia donde está evolucionando el tratamiento a los pacientes de cáncer? En una entrevista hablaba de dejar la quimioterapia para tratar el cáncer por «matar moscas a cañonazos»

Hacia una medicina personalizada. Esto no significa un tratamiento para cada paciente, pero sí un tratamiento eficaz y dirigido frente a los genes mutados en el tumor. En algunos casos es ya una realidad, gracias a décadas de investigación que van viendo su resultado en la aprobación de fármacos contra dianas dirigidas. 

Sin embargo, hay que tener presente que cada tumor tiene unos 7.000 genes mutados y que no hay un perfil molecular de un tumor idéntico a otro. Por ello, es necesario seguir investigando para poder abordar desde una medicina personalizada o medicina de precisión un alto número de dianas moleculares.

Son momentos en los que se habla de datos (big data) y de inteligencia artificial. ¿Pueden ayudar a luchar contra el cáncer?

Es muy importante la aplicación de la inteligencia artificial al ámbito de la Oncología. Justamente, el hecho del altísimo número de mutaciones que tiene un tumor (entorno a 7.000) hace muy difícil que se estos datos puedan interpretarse con herramientas convencionales. Hoy ya es un hecho la aplicación de la inteligencia artificial en muchas áreas de la Oncología. Un uso correcto de estas herramientas puede permitir avances rápidos y eficaces en diagnóstico, investigación y terapias. Justamente, vamos a lanzar un curso sobre esta cuestión: Inteligencia Artificial y Oncología en colaboración con el TEP Institute el próximo mes de marzo.

Actualmente se están llevando a cabo las obras para realizar una unidad de radioterapia en el hospital de Palencia. ¿Cómo de necesaria es una unidad de este tipo para atender a los  enfermos de cáncer?

He conocido con mucha alegría este hecho en mi visita a Palencia. La radioterapia es una herramienta imprescindible para tratar algunos tipos de tumores. Por ello, un hospital como el de Palencia debe tener una unidad de radioterapia. El paciente oncológico podrá así evitar tener que desplazarse para recibir el tratamiento, cuestión que sin duda, mejorará su calidad de vida. 

La palabra cáncer genera, no en pocas ocasiones, un cierto miedo.De hecho, hubo una campaña de la AECC denominada Llámalo cáncer para luchar contra ello. ¿Cáncer sigue siendo sinónimo de absoluta gravedad o eso es una cuestión ligada al pasado?

La palabra cáncer hace ya décadas que ha quedado obsoleta. El cáncer no es una enfermedad, sino el conjunto de más de 150 distintas. Por tanto, dentro de los distintos tipos de cáncer encontramos de todo... Hay tumores con índices de curación muy altos, como es el caso de los tumores pediátricos y el cáncer de testículo. O, en general, aquéllos que se detectan antes de que haya metástasis. Otros, sin embargo, no dan la cara o no hay estrategias de detección precoz para ellos y salvo en contadas ocasiones, cuando se diagnostica es tarde para que pueda haber una terapia curativa; en estos casos, se trata de intentar cronificar la enfermedad y siempre de cuidar al paciente.

Asegura que en el binomio compuesto por «investigar y formar» está la clave para curar y cuidar. ¿Se invierte lo suficiente investigación en España?

Efectivamente, el binomio investigar-formar es clave para curar y cuidar. Con pesar tengo que decir, que como bien dijo Ramón y Cajal, investigar en España es llorar… No hay una inversión suficiente en investigación en España. Buena prueba de ello son las fundaciones e iniciativas privadas o de la sociedad civil que aportan fondos a la investigación. Como es el caso de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer y de otras entidades. Cuando el investigador en España no tiene los recursos para llevar a cabo su investigación se va. La historia de la Oncología molecular la han escrito en gran medida muchos españoles que han desarrollado, y en ocasiones continúan haciendo, sus investigaciones fuera de España. No cabe duda de que si no investigamos no podremos avanzar en la curación ni el cuidado del enfermo. Las terapias dirigidas que hoy están en el cabecera del enfermo son fruto de décadas de investigación. 

Por último, formar a los médicos y profesionales de otras áreas biosanitarias vinculados con la Oncología en el conocimiento de las bases moleculares de la enfermedad es crítico para que puedan abordar el diagnóstico, la terapia y la investigación.

¿La sociedad colabora?

Sí, sí que colabora la sociedad española. Prácticamente no existe una familia en la que no haya uno o varios casos de cáncer. La sociedad está concienciada de la importancia de poder entender la enfermedad, de investigar sobre ella y de ir ganando la batalla. Basta ver la respuesta en iniciativas como cuestaciones, eventos benéficos a favor de la investigación en cáncer y las fundaciones y asociaciones dedicadas a este fin.

Fue invitada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Palencia a impartir la conferencia en el Casino ¿Qué destaca de la labor de esta organización para ayudar a los pacientes de cáncer?

Su labor ejemplar. La AECC en Palencia es referente de cómo deben hacerse las cosas, luchando incansablemente por conseguir sus objetivos. Está implicada en la prevención, el diagnóstico precoz, la investigación y la formación con un equipo de personas con una calidad humana y profesional admirable, y con una maravillosa sede, que ha cumplido un año y que abre una puerta a la esperanza para tantos pacientes, familiares y profesionales.

También es directora de la Cátedra Jérôme Lejeune de Bioética. ¿Qué retos se plantean actualmente en esta disciplina?

Los retos bioéticos de la enfermedad oncológica pasan por poner a la persona en el centro y por garantizar su dignidad. El paciente oncológico, en ocasiones, busca el que se ensaye sobre él todo lo que hay disponible. No se rinde. Y hay veces que es necesario limitar el esfuerzo terapéutico porque en ciertas circunstancias no está indicado que entre en un determinado ensayo clínico o que se aplique sobre él otra línea de quimioterapia…

Cuando la medicina no puede curar siempre debe cuidar. Este aforismo del siglo XIV sigue estando vigente hoy. Los cuidados paliativos son la opción que permite acompañar y cuidar al paciente y sus familias cuando la medicina no puede curar.