El Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento precintó este jueves los aledaños de un edificio de once plantas en la calle Padilla de la capital, en el barrio de Pan y Guindas, por el riesgo de derrumbe «inminente» en una de sus fachadas. Fuentes vecinales consultadas por este periódico aseguraron que los problemas en el inmueble, en el que habitan 44 personas, llevan arrastrándose años.
El edifico presenta problemas en la estructura de la fachada, ya que, como afirmaron las mismas fuentes, la capa interior «no está bien» sujeta a la exterior, lo que ha provocado que esta última se encuentre en riesgo de separarse. Esta situación se aprecia sobre todo en los pisos superiores, donde es más notable el desprendimiento entre ambas capas.
Tras el aviso de un vecino el pasado martes alertando de un desprendimiento en su ventana, el Servicio de Urbanismo se personó en la vivienda el miércoles para estudiar la situación. De acuerdo con su valoración, se ha desplazado la doble ventana en algunos pisos de la octava y novena planta; y se ha perdido también la verticalidad de la hoja exterior del cerramiento de ladrillo, formándose un hueco «de dimensiones variables» entre la parte exterior y la interior, entre otros problemas urbanísticos.
Por ello, la administración local acordó como medidas provisionales de carácter urgente el vallado de la zona que da a la fachada suroeste del edificio, con protección para el paso de peatones y vehículos; así como el cese del uso de las dependencias y piezas habitables de ocho viviendas.
La actuación inicial comprendería la fijación de la fachada en los pisos superiores para, posteriormente, continuar los trabajos sin que exista riesgo de desprendimiento. Este lunes acudirá una empresa constructora de Burgos para valorar la situación, ya que la comunidad dispone de 15 días desde la notificación de la orden de ejecución de Urbanismo, que se dictó el jueves, para presentar un proyecto de reparación.
AYUDA. Esta primera intervención, valorada en unos 160.000 euros (una cifra estimada por el Ayuntamiento) incluiría trabajos entre la octava y la undécima planta. En este sentido, los propietarios lamentan la falta de recursos económicos para afrontar la obra, por lo que urgen ayuda por parte de las administraciones. Desde la comunidad, se solicitó en diciembre de 2023 una subvención a la Junta de Castilla y León para el arreglo de la fachada y la mejora de la eficiencia energética, si bien, afirmaron los vecinos, «no ha habido contestación».
Los propietarios han pedido también la colaboración de la administración local pues, tal y como recordaron, el edificio es de integración social. «Se ha intentado que el Ayuntamiento colabore para que, en caso de licitar una obra, que esta esté subvencionada, pero no nos han ayudado», aseguraron a este rotativo fuentes cercanas al inmueble.
A pesar de su petición, el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, recordó que el Consistorio no puede subvencionar una intervención en un edificio privado. «El deber de conservación es de los propietarios», añadió al respecto.
Es importante señalar que el presupuesto para esta primera actuación comprendería solo el inicio de los trabajos. La actuación en su conjunto ascendería hasta 1.200.000 euros. Desde la comunidad esperan que la financiación para las obras se pueda llevar a cabo mediante un crédito bancario.
Por otra parte, fuentes cercanas al edificio confirmaron los problemas de impago existentes entre la mayor parte de los vecinos.Las mismas fuentes concretaron que más de dos tercios del vecindario no paga las cuotas de la comunidad.