El Rey Felipe VI ha acudido por segundo año consecutivo al tradicional besapié en la Basílica de Jesús de Medinaceli, en Madrid, cumpliendo así con una tradición de la Familia Real que se remonta a hace más de 300 años.
Como ya ocurriera el año pasado, el monarca ha sido recibido con aplausos por algunos de los fieles que esperaban para acceder a la basílica y se ha acercado a estrechar la mano a algunos de ellos. Ya en el interior, ha cumplido con el ritual de besar el pie al Cristo de Medinaceli, frente al que ha mantenido unos momentos de recogimiento.
A su salida, fieles y curiosos congregados le han despedido nuevamente con aplausos y con 'vivas'. Tanto a su llegada como a su salida, Don Felipe ha sido recibido y despedido por el fraile capuchino Benjamín Echevarría, responsable de la Basílica del Jesús de Medinaceli.
Es tradición que uno de los miembros de la Familia Real acuda a esta basílica, que alberga un Cristo nazareno del siglo XVII, el primer viernes de marzo con motivo del popular besapiés de la imagen.
Esta es la tercera ocasión desde que accedió al trono en 2014 que Don Felipe acude a la basílica de Medinaceli, tras hacerlo en 2018 y en 2024, y para la ocasión ha vuelto a lucir la medalla de la Cofradía de Jesús de Medinaceli. Además, el Rey ha optado por una camisa en un tono malva y una corbata a juego en tono morado, en un gesto con el color de la túnica del Cristo.