El tsunami político en el que se ve envuelto, de forma indirecta, el Ayuntamiento con la expulsión de Domiciano Curiel de ¡Vamos Palencia! y la suspensión de afiliación durante seis meses de Sonia Lalanda por parte de Vox, produjo ayer sus primeros efectos en la Junta de Gobierno Local.
Tal y como explicó este periódico, la nueva condición de concejal no adscrito de Domiciano Curiel exigía una reestructuración del órgano de asesoramiento de la alcaldesa que se materializó ayer con la entrada de la concejala de Servicios Sociales, Charo García Carnés. De esta forma, el PSOE gana un asiento en la JGL, al pasar de los tres que ostentaba -el de la primera edil Miriam Andrés y sus dos tenientes de alcalde, Carlos Hernández y Judith Castro- a cuatro. El resto de sillas, hasta nueve, están ocupadas por Marta Font y Maribel Contreras, de ¡Vamos Palencia!, mientras que el PP está representado por Víctor Torres, Rodrigo San Martín, el de IU-Podemos y Sonia Lalanda ocupa el puesto de Vox.
Una configuración que, por ahora, no va a cambiar porque la primera edil aclaró ayer que la suspensión de militancia durante seis meses impuesta por Vox a Sonia Lalanda, y que conlleva la pérdida de «la capacidad para representar a Vox en todas las instancias», no tiene efecto alguno en el Consistorio.
«Para que Sonia Lalanda pase a ser concejala no adscrita tiene que darse una de tres circunstancias que ahora mismo no se da: abandono del grupo político por su parte, expulsión del grupo por la mayoría del grupo municipal, lo cual ahora no es posible; o la expulsión del partido político», detalló Miriam Andrés. En conclusión, «la suspensión temporal de militancia no es ninguno de los supuestos, por los que este Ayuntamiento pueda cercena ese derecho de representación política de una concejala con el partido político con el que se presentó a las elecciones».
Mayor representación. Así las cosas, la entrada de Charo García Carnés allana el camino al PSOE a la hora de impulsar proyectos. Cabe recordar que en la Junta de Gobierno Local se toman las decisiones por mayoría simple, por lo que a partir de ahora Miriam Andrés solo necesitará de un voto más para sacar adelante sin problemas los asuntos que allí se traten. Lo más natural es que continúe el entendimiento con ¡Vamos Palencia!, pero siempre podrá buscar la complicidad de IU-Podemos como alternativa.
También hay otra consecuencia. Será un órgano más caro para las arcas municipales, ya que Charo García es una las dos ediles del equipo de Gobierno que no cobra dedicación exclusiva, por lo que se la retribuirá con 125,46 euros por cada una de las 45 sesiones de la Junta de Gobierno Local en las que participará a lo largo del año. García Carnés ya fue la edil sin sueldo que más indemnizaciones por asistencia a los órganos de gobierno cobró durante el ejercicio pasado, un total de 18.417,91 euros.