"El Estatuto propició la etapa de mayor desarrollo social"

César Ceinos
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Este martes, a partir de las 12 horas, se celebrará en el instituto Jorge Manrique la jornada Más de cuatro décadas de Castilla y León, en la que se presentará un libro que recoge la trayectoria de la Comunidad desde la aprobación de la Autonomía

"El Estatuto propició la etapa de mayor desarrollo social" - Foto: J.L. Leal (ICAL)

El presidente del Consejo Consultivo de Castilla y León,AgustínS. de Vega, es el coordinador del libro Castilla y León: 40 años de Autonomía, que se presentará este martes a las 12 horas en el salón de actos de instituto de educación secundaria Jorge Manrique de Palencia. En este acto, englobado en una jornada denominada Más de cuatro décadas de Castilla y León, también participarán el delegado territorial de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo, y el director del centro anfitrión, Arturo Polanco. Veinte minutos más tarde tendrá lugar una mesa redonda moderada por el redactor jefe de Diario Palentino,Alberto Abascal, en la que ofrecerán su punto de vista el presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Mario Amilivia; el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, Juan María Bilbao Ubillos; y el consejero del Consejo Consultivo de Castilla y León, Francisco Ramos.

S. de Vega, que encabeza desde 2019 la institución autonómica que se encarga de velar por la legalidad de la actuación administrativa, es licenciado y doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca y profesor titular de Derecho Constitucional en el mismo centro académico. Además, es presidente del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León.

Castilla y León: 40 años de Autonomía se presenta este martes en Palencia. ¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo este libro, compuesto por más de 1.350 páginas?

La idea surgió con motivo de darse la coincidencia de tres efemérides en 2023: 40 años del Estatuto de Castilla y León, 45 de la Constitución Española y 20 del Consejo Consultivo de Castilla y León. Nos pareció oportuno que una institución como el Consejo, que es el superior órgano jurídico de la Comunidad, que goza de un plus de observación y conocimiento de lo que sucede en Castilla y León, impulsara una obra como esta. 

Creemos que el Consejo debía implicarse en la transmisión al ciudadano de lo que ha supuesto el bagaje de esta madura experiencia de 40 años de vida autonómica. Además, viene a llenar un vacío bibliográfico sobre la nueva Castilla y León que surge del Estatuto de 1983 y que acumula una experiencia de convicciones a las que no debemos renunciar. 

¿Cuántos autores participan en esta obra?

Participan más de cuarenta expertos españoles en materia autonómica. Concretamente, escriben destacados juristas y personas relevantes de otras áreas de conocimiento (historia, sociología, economía y política, entre otros), así como los expresidentes de la Comunidad, cuya experiencia aporta una perspectiva única para conocer el desarrollo de Castilla y León. Entre sus autores están los ponentes que me acompañarán el martes en la presentación. 

¿Cómo se estructura?

Esta dividido en cuatro capítulos que llevan como nombre La nueva Castilla y León, El Estatuto de Autonomía, Las Instituciones Autonómicas y 40 años de ejercicio competencial. 

¿Qué objetivos tiene este libro?

La publicación pretende ser un estudio global, colectivo e interdisciplinar, a la vez que una aproximación a la percepción de la realidad castellana y leonesa del pasado, presente y de su proyección futura, que acerque al lector a los principales ámbitos por los que ha transitado la Autonomía en estas cuatro décadas. Es un libro sobre la realidad de la región. A la vez también es, a partes iguales, una reflexión científica y divulgativa. 

¿A quién va dirigido y por qué?

Su objetivo es que pueda ser comprendido con facilidad por cualquier lector. Es una obra plural tanto por el número de autores que participan como por la diversidad de enfoques temáticos y personales. 

Esta pluralidad de enfoques y de planteamientos dotan de una especial virtud al libro, en el que se podrán encontrar posiciones y valoraciones bien distintas de una imponente nómina de autores con un solvente fundamento y alejadas de prejuicios y posiciones injustificadas, cuyo contraste permitirá al lector llegar a adecuadas y razonables conclusiones objetivas. 

Como ha señalado, el libro es un estudio plural y recopilatorio de lo que ha significado la historia de la nueva Castilla y León. ¿Cuáles son los principales hitos de las cuatro primeras décadas de Autonomía que recoge el libro?

El Estatuto de Autonomía ha propiciado la etapa de mayor desarrollo económico, social, político y cultural de Castilla y León. A lo largo de estos 40 años se ha construido y vertebrado la Comunidad y ha adquirido un bagaje consolidado de organización, de funcionamiento institucional, de señas de identidad y de eficaz ejercicio de importantes competencias.

El 25 de febrero de 1983 fue aprobado el Estatuto y, por tanto, en unos días conmemoramos el cuadragésimo segundo año de vida de la Comunidad. Es difícil resumir las cuatro primeras décadas de Autonomía. En 1983 no había un elemento personal y territorial que configurase Castilla y León como hoy la conocemos; y salvo en algunos sectores políticos, tampoco se atisbaba un especial entusiasmo social por convertirse en comunidad autónoma. Había incluso dudas acerca del territorio que podía abarcar la nueva región.

Sin embargo, a las dudas iniciales han seguido cuatro décadas con una tendencia evidente al pacto político de los grandes partidos como cauce para resolver los principales problemas. De manera que las reformas estatutarias de 1994, 1997 y 2007 se acordaron casi sin votos en contra o abstenciones. Seguramente el ADN de esta tierra haya ayudado a esa vocación autonomista y no independentista; y a esa alma castellana y leonesa integradora, generosa y leal a la Constitución, a España y a la igualdad entre todos los españoles. 

El Estatuto de Autonomía de Castilla y León en unos días cumple 42 años. ¿Está actualizado?

El Estatuto vigente, de 2007, sigue siendo actual y útil para afrontar democráticamente los problemas que atañen a los ciudadanos castellanos y leoneses. Está actualizado en cuanto al diseño de la Comunidad y el arraigo de sus instituciones de autogobierno, y recoge amplias competencias que perfilan su poder autonómico, en términos equiparables al del resto de comunidades autónomas. 

La norma fue reformada por última vez en 2007. ¿Es necesaria alguna reforma más en los tiempos que corren?

A priori, creo que no. Es un Estatuto muy avanzado, que proyecta y planifica una gran comunidad. El Estatuto de 2007 colma las aspiraciones de autogobierno de la región. La Autonomía política de Castilla y León está bien amparada. Y el amplio reconocimiento de derechos y de objetivos impuestos a los poderes públicos, genera unas expectativas para el ciudadano castellano y leonés con buena cobertura en el Estatuto. Creo que la reforma de 2007 puede tener una larga vida. 

¿Cómo ha cambiado Castilla y León en estas cuatro décadas?

La Comunidad ha ido evolucionando positivamente y ha logrado importantes avances. Se deduce de los trabajos incluidos en el libro. Han sido ya más de 40 años de evolución en los que la Autonomía se ha ido dotando de competencias de autogobierno y ha logrado significativos cambios sociales, culturales y económicos. Se pueden destacar en este sentido los beneficios que supone la cercanía de su administración autonómica, patente en servicios tan valorados como la sanidad, la educación o los servicios sociales, entre otros, que colocan a Castilla y León entre las comunidades con alta eficiencia en el ejercicio de sus competencias. 

También abordan en el libro las instituciones autonómicas y las propias, como el Consejo Consultivo. ¿Qué aportan a la Autonomía y a los ciudadanos?

En general, como acabo de señalar, una cercanía que se traduce en múltiples efectos positivos. En el caso concreto de la institución que presido, el Consejo Consultivo, con ámbito de competencia en toda la Comunidad, el ciudadano quizá desconozca que sirve para ampliar la protección de sus derechos ante las administraciones.

Cuando los ciudadanos reclaman frente a un incorrecto funcionamiento de los servicios públicos, el Consejo es el primer garante de sus derechos. Nuestros dictámenes sirven para protegerlos ante la actividad de las administraciones. Además, el Consejo asesora y controla, con carácter previo, la legalidad de la capacidad normativa de la Junta; y es Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales, que se encarga de resolver los recursos en materia de contratación pública en toda la Comunidad. Son tres funciones que le hacen casi imprescindible para el ejercicio de las competencias autonómicas. 

En el campo de las competencias, Castilla y León ¿en qué aspectos puede seguir avanzando?

Tras cuatro décadas de desarrollo autonómico, Castilla y León tiene el mismo nivel de autonomía que el resto de comunidades, con las mismas posibilidades que las demás. La diferencia es que en la nuestra siempre ha habido lealtad al sistema constitucional y tendencia a buscar lo que nos une y no lo que nos separa.

Fruto de esa actitud de consenso es el vigente Estatuto, que recoge un amplio reconocimiento de los derechos de los ciudadanos castellanos y leoneses, y la determinación de objetivos políticos orientados a colmar las aspiraciones de la ciudadanía.

Más allá de este extenso libro sobre los 40 años de Autonomía de la comunidad, ¿qué labor lleva a cabo el Consejo Consultivo de Castilla y León y el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales, adscrito al Consejo?

El Consejo Consultivo es una institución propia con una configuración muy particular en el contexto nacional de la función consultiva, pues integra dos órganos: el Consejo, que ejerce su función con carácter superior y no vinculante, y el Tribunal Administrativo, que resuelve los recursos en materia de contratación pública con carácter vinculante y similitudes evidentes con los fallos judiciales. Creo que en ambos casos es muy importante como garantía preventiva de legalidad y defensa de los derechos de los castellanos y leoneses en los asuntos que le compete. La necesidad del Consejo deriva precisamente de la estructura descentralizada del Estado. 

Próximamente presentarán la memoria de la institución correspondiente a la actividad del pasado año, ¿nos puede avanzar algún dato? 

Ha sido un año de trabajo intenso. El Consejo ha aprobado más de 500 dictámenes, y como Tribunal Administrativo ha resuelto cerca de 200 recursos. Junto a ellos, la decisión sobre otros asuntos incidentales nos aproxima a una cifra cercana a los 1.000 expedientes. Hemos tenido casos especialmente difíciles e importantes. Por poner dos ejemplos, el dictamen sobre la interposición del recurso de inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía o el referido a la Ley de atención integral a las víctimas de violencia de género en Castilla y León.

Seguimos haciendo un gran esfuerzo por mantener los índices de calidad de los dictámenes con un ajustado presupuesto. Como Consejo, para seguir convenciendo al 96% de las administraciones de seguir nuestros dictámenes; y como Tribunal, para disuadir a los recurrentes a que no inicien la vía contenciosa. Creo que la utilidad del Consejo Consultivo de Castilla y León resulta evidente.