Al escuchar a Teresa Santamaría, María Eugenia Gutiérrez, Rosa Pedroso, Anunciación Gutiérrez y Carmen Jesús Díez parece que fue ayer cuando salieron de la Escuela de Enfermería de Palencia. Recuerdan grandes historias y vivencias con todo lujo de detalles de su etapa académica, pero el tiempo no perdona y ya han pasado cincuenta años. Son cinco de las 24 alumnas de la primera promoción (1971-1974) de un centro que, tras adaptarse a los cambios que demanda la sociedad, sigue cumpliendo su gran objetivo: formar enfermeras (en el pasado llamadas ayudantes técnicos sanitarios) a orillas del Carrión. Se creó, por disposición oficial, el 24 de junio y se inauguró 6 de octubre de 1971, según recogió El Diario Palentino -El Día de Palencia el 11 de marzo de 1974 con motivo de la celebración de su tercer aniversario.
Próximamente, aquellas primeras estudiantes celebrarán por todo lo alto las bodas de oro de su graduación y, aunque la fecha todavía está por determinar, se puede afirmar sin temor a equivocarse que lo harán rememorando, con una sonrisa, muchas de las anécdotas y los hechos vinculados a su paso por el antiguo hospital provincial, la primera sede de la escuela. «Éramos alumnas en régimen de internado. Teníamos prácticas por la mañana, clases por la tarde y además había que hacer guardias», explica María Eugenia Gutiérrez. Los profesores eran jefes de servicio y algunos más que venían de otros lugares y para examinar a las estudiantes acudía un tribunal desde Valladolid. «Si suspendías tenías que ir allí», añade. En cambio, las asignaturas no eran muy diferentes a las de la actualidad.
Todas estas horas de formación no impidieron que las jóvenes disfrutaran de cualquier momento libre. Además, al convivir durante tanto tiempo juntas se generó una unión que se extendió más allá de su vida en San Telmo. «Fue una etapa estupenda.Trabajábamos mucho, pero aprendimos mucho», declara Rosa Pedroso. Por su parte, Anunciación Gutiérrez hace hincapié en los momentos de descanso y de ocio. «Recuerdo las cenas y que había un salón en el que comentábamos todo lo que habíamos vivido durante ese día», detalla. En la misma línea se expresa Carmen Jesús Díez, quien asegura que «fueron unos años maravillosos». «Como no salíamos, nos organizábamos las fiestas allí», comenta.
La escuela y el hospital, dirigidos por quien da nombre actualmente al centro,el doctor Dacio Crespo, se convirtió, por tanto, en su casa durante tres cursos. Entre las alumnas, que vestían uniformes propios de la época, muy alejados de lo que se ve hoy en facultades y hospitales, había palentinas (de la capital y la provincia), pero también jóvenes procedentes de Canarias,Valladolid y País Vasco. «La primera vez que llegamos nos pareció enorme», declara Teresa Santamaría, quien recuerda tener que superar un examen de ingreso para ser admitida. «En el hospital había practicantes, asistentes y monjas, que lo coordinaban todo.Con nuestra llegada se fue modernizando», declara.
Tras recibir el título comenzaron una vida laboral que, a varias de ellas, las llevó a ostentar puestos de responsabilidad en diferentes servicios del hospital Río Carrión. Pero, siempre que pueden, en su tiempo libre se juntan las enfermeras que están cerca de Palencia. «El vínculo fue muy grande», sentencian las cinco. Además, suelen organizar encuentros, bien en localidades como Olmedo, bien en casas rurales cercanas a Santoña. «Nos juntamos y hacemos risoterapia. Nos lo pasamos muy bien», aseguran.
POR EUROPA. Lo de viajar juntas, algo que quieren hacer también este año, no es nuevo. De hecho, relatan que se marcharon por Europa para celebrar el final de su etapa de estudiantes. Venecia, Roma,Florencia, Pisa, Milán, Padua y Mónaco fueron algunas de las ciudades en las que pararon a lo largo de su viaje en autobús de 18 días de duración. «Nos salió muy barato. Hicimos varias cosas para sacar dinero, como un desfile de modelos enLaRibera (actual Rey DonSancho) en el que colaboraron varias marcas de calzado, ropa y peluquería. Gustó tanto que nos contrataron después los Ayuntamientos de Frómista y Venta de Baños para repetirlo», explican las enfermeras.
Coincidiendo con las bodas de plata de la primera promoción, en junio de 1999, la Diputación (responsable de la escuela desde sus inicios) les hizo un reconocimiento y les invitó a una comida. La celebración continuó en Fuente Dé. Ahora, con el quincuagésimo aniversario, todavía está por confirmar el lugar al que acudirán para conmemorar la efeméride, en la que, desgraciadamente, no podrán participar dos antiguas alumnas que han fallecido:María del Carmen Hernández y MaríaEloísa Melero.
MaríaTeresa Álvarez, Pilar Andrés, María del Carmen Baeza, Rosa María Calleja, Teodosia y María Belén Castro, María Pilar Conde, Carmen Jesús Díez, María Cristina García,Esther Gregorio, María Eugenia yAnunciación Gutiérrez, María del Carmen Monge, Luisa María Moya, Rosa Pedroso, Benita Pérez, Pilar Rodríguez, Teresa Santamaría, Isabel Seco, María Belén Villarroel, Rosario Vallejo y Blanca Villa completan la promoción.