Torre de los Molinos pondrá fin de aquí a los próximos meses a los problemas de abastecimiento de agua que lleva arrastrando de un tiempo a esta parte la pedanía de Carrión de los Condes. El problema no es otro que las fugas que se registran en la conducción actual entre la ciudad jacobea y su entidad local menor, de hasta 30.000 litros de agua cada día en una tubería que supera los 50 años de antigüedad.
La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) está pendiente de ejecutar un proyecto al que han dado máxima prioridad. Lo licitarán rápido y se prevé que la obra esté lista este mismo verano, que es precisamente cuando los problemas de falta de abastecimiento se agudizan en este pequeño pueblo que pasa de apenas media docena de vecinos en invierno a más de 200 en época estival o en momentos puntuales como la Semana Santa. Sin embargo, estas carencias en el suministro también se deja sentir, por ejemplo, en las vacaciones de Navidad, pues la cantidad de agua es tan escasa que las calefacciones no llegan a funcionar.
Como punto de partida, se instalará en los próximos días (ayer mismo llegó el material) una tubería auxiliar por la superficie para evitar nuevas fugas en el tramo más afectado en tanto en cuanto se ejecuta la obra de mejora.
Según la hoja de ruta con la que trabaja la Junta Vecinal, el proyecto estará finalizado a finales de febrero, para poder licitar la obra y comenzar a ejecutarla cuanto antes, con un presupuesto que rondará los 350.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses y medio.
«Hemos conseguido esta obra a base de mucho esfuerzo, de preguntar en las administraciones y de reunirnos en repetidas ocasiones con la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, y el delegado de la Junta, José Antonio Rubio», explica en declaraciones a Diario Palentino el alcalde pedáneo de Torre, Fernando Ortega, quien agradece también la «implicación» del Ayuntamiento de Carrión, con su alcalde, Luis Miguel Medina, al frente.
DE 63 A 90 MILÍMETROS
Es un problema que la localidad lleva «muchos años» arrastrando, y «nunca se ha hecho nada». Así lo indica Ortega, quien explica que la nueva conducción tendrá un «un tercio más de capacidad que la existente», al pasar de 63 a 90 milímetros de diámetro. «Con esta intervención mejoraremos sustancialmente el servicio, al tiempo que se ahorra agua al evitar las fugas que se están produciendo ahora por toda la tubería de agua potabilizada que cuesta mucho dinero tratar y estamos perdiendo». Y es que, según indica el presidente de la Junta Vecinal, «no existe ninguna grande, sino muchas de pequeño tamaño.
De no llegar a tiempo con la obra de modernización de la red de abastecimiento, el alcalde pedándeo no descarta recurrir al suministro de agua potable con cisternas, al abrigo de la convocatoria específica que articula la Diputación para este tipo de situaciones.