Seguramente Aladino, que participó en una carroza casi al final del desfile con su lámpara maravillosa -justo antes de otra con el faraón egipcio y su corte-iluminó a Don Carnal en su petición del mejor de los deseos  para que todo saliera a la perfección. Y así ocurrió en la capital con cierto retraso para poder organizar el grueso de los cerca de 1.000  participantes en la plaza de San Pablo, que abrió paso a una calle Mayor abarrotada y con un ambiente extraordinario. 

En el desfile se dieron cita asociaciones, colegios y cantidad de familias dispuestas a divertirse. Sobre todo, los más pequeños, que dieron rienda suelta a su imaginación con disfraces originales. Lo importante era participar y se vio a padres muy dispuestos a acompañar y ver la cara de felicidad de sus hijos.

Después de la batucada inicial, desfiló un dragón articulado y un personaje carnavalero subido en una bola enorme que hacía girar con sus pies, seguido de otro animal más de las cavernas y un tercero para llegar a una carroza con una mujer acróbata girando  sobre un aro con una música atronadora.

Aladino ilumina a Don CarnalDespués del espectáculo que abrió el desfile de Carnaval comenzaron a llegar varios colectivos disfrazados y más carrozas, entre ellas una con varios pequeños subidos en una especie de pódium saludando al público y pasándoselo a lo grande. Sorprendió un grupo disfrazado a caballo entre un apicultor y astronauta, junto a figuras de gran tamaño, encabezadas por un dinosaurio, una rana gigante y una especie de papagayo de grandes dimensiones. Todo ello, conformando una especie de serpiente multicolor con todos los participantes disfrazados. 

PARAGUAS . En el desfile sorprendió además la gran cantidad de grupos portando paraguas como complemento a su disfraz pesar de que el día no estuvo de lluvia, al menos por la tarde. También llamó la atención una especie de barco pirata con una gran bandera alusiva a este grupo que supone el terror de los mares y está muy presente en los desfiles carnavaleros. 

Y también a mitad de desfile una nueva batucada para dar ritmo de animal a un personal ávido de fiesta con bastante originalidad en sus atuendos carnavaleros, que llamaron la atención. A lo típico en los desfiles se sumó la presencia de indios americanos, muy bien acompañados con mariposas que se asemejaban a las madrinas y nuevas carrozas como la de un oso panda gigante, un pez multicolor y otra especie de dragón que tenía y muchos complementos para asustar al personal asistente al desfile. 

Aladino ilumina a Don CarnalAunque la tarde empezaba ya a ser fría, el público no dejó de aplaudir y disfrutar, eso sí, sin ningún tipo de condición y edad, ya que el Carnaval se adapta a todos los gustos e inquietudes. También hubo hueco para la reivindicación con una carroza abierta con un cartel-pancarta donde se podía leer: ¡Soterramiento ya!, representada por el barrio de la avenida de Madrid, compuesta por varios niños que iban montados en una especie de tren AVE. 

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