Tres deseos con fervor

DP
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El cumplimiento del besacordón, limitado tras el covid a la veneración del Cristo de Medinaceli con una reverencia, se repitió ayer como cada primer viernes de marzo en la iglesia de San Miguel

Tres deseos con fervor - Foto: Óscar Navarro

La archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, como cada primer viernes de marzo, llevó a cabo ayer en la iglesia parroquial de San Miguel el tradicional besacordón y veneración del Cristo al que representa. Y ,lo hizo sin las colas que décadas atrás llegaron a convocar a más 10.000 personas ante la imagen religiosa. 

El besacordón, de momento por razones sanitarias a raíz de la pandemia del covid-19, sigue sin poder hacer honor a su definición, pero lo que pervive es la admiración por Jesús de Medinaceli en la ciudad. 

Según reza la tradición religiosa, cuando se acude a venerar al Cristo de Medinaceli hay que rezar una oración, pedir tres deseos, entonar tres padrenuestros y besar el cordón o,  actualmente, hacer una reverencia que puede acompañarse con una genuflexión por parte de los fieles. 

tradición con 90 años. Por ello, desde hace 90 años, ya que la tradición data de 1934, numerosos fieles realizan las peticiones que Jesús de Medinaceli puede contribuir a que se cumplan.

 La veneración de la imagen, a la que se suma una misa y un vía crucis  suele llevarse acabo por parte de los fieles durante unos minutos, o más tiempo si los más devotos lo estiman oportuno, de la imagen religiosa para orar junto a ella y también depositar un donativo. Así, muchos personas se acercaron  al templo parroquial de San Miguel desde las 9 de la mañana a 11 de la noche para venerar al Cristo. Los hermanos de la Archicofradía escoltaron la talla, de autoría anónima, de pequeño tamaño pero de gran calidad y que data del siglo XVII, mientras un goteo de fieles pasaban junto a sus pies. 

En 2021, la Archicofradía decidió suspender la celebración religiosa por primera vez tras salir de una tercera ola de covid que disparó los contagios y fallecidos, situación que desaconsejaba aglomeraciones ciudadanas. Ya en 2022, con la situación sanitaria controlada, los feligreses regresaron al templo .