Luis era «especial». Quienes le recuerdan vuelven su mirada hacia aquel joven agradable, sencillo y siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara. «Era muy humano», dicen sus hermanos. «Parece que cuando alguien se va siempre salen sus cosas buenas y se olvidan las demás, pero es que Luis era una persona extraordinaria», aseveran.
Le recuerdan como muy protector. «Siempre estuvo muy pendiente de nuestros padres y de todos nosotros. Parece que tenía esa responsabilidad de hermano mayor que abre camino y que desea que sus hermanos sean buenas personas», insisten cuando hablan de su figura.
Según destacan estaba muy unido a sus padres, Fidela y Florencio, que todavía vive. «Les necesitaba para hacer muchas cosas en su vida y siempre contaba con ellos antes de dar un paso. Era como que quisiera compartir todas sus decisiones y disfrutarlas juntos», recuerda su hermano Gustavo, el menor de la saga.
Luis estaba casado cuando aquel atentado truncó su vida. Su esposa, María Luisa Marcos, acababa de enterarse de que estaba embarazada. Más dolor si cabe para una familia que lo tenía todo.
«Fomentaba mucho la unión entre sus seres queridos y estaba deseando que llegaran los fines de semana para disfrutar juntos», recuerdan. Navarro era un deportista nato. Era hábil en muchas modalidades, pero destacó en el atletismo, donde llegó a ser subcampeón de España de los 400 metros lisos. «Fue el año en el que Colomán Trabado quedó campeón y todos estábamos muy orgullosos», apostillan.
El mundo del atletismo sintió mucho la pérdida de este palentino. Pedro Miguel Barreda en su libro Contando nuestro atletismo, señala que «una noticia sobrecogió el ánimo de cuantos integraban el mundo del atletismo palentino: víctima de un atentado terrorista en Basauri deja de existir el 16 de mayo de 1985 el cabo de la Policía Nacional Luis Navarro Izquierdo. Fue asiduo a las pistas de atletismo, llegando a ostentar el récord provincial de los 400 metros lisos en 1977». Fue superado en 1987 por Miguel Ángel Gómez Pérez.
Además de en el deporte, Luis destacó en sus facetas de hijo, hermano o compañero. Quienes lo conocieron así lo destacan. Han pasado treinta años, pero sigue con todos ellos.