Bajo el manto de la patrona

Pablo Torres
-

Unos 60 niños cumplieron ayer con el rito de presentarse ante La Morenilla en la iglesia de La Compañía. Sus familiares y seres queridos les acompañaron emocionados por verlos mantener viva la tradición capitalina

Tras el evangelio, se formaron dos filas para que los niños fueron bendecidos bajo el manto. - Foto: Óscar Navarro

Si bien la lluvia y el mal tiempo pudieron empañar la celebración matutina, la devoción y el sentimiento con los que la ciudad recibe a la patrona quedó más que demostrado en la celebración litúrgica de la tarde.

A pesar de que La Morenilla no pudo procesionar por la mañana a causa de las inclemencias meteorológicas, la presentación de los niños en la iglesia de La Compañía mantuvo viva la tradición religiosa en honor a la Virgen de la Calle. 

Decenas de palentinos se concentraron en el interior de la sede de Nuestra Señora, especialmente alrededor de la talla que unas horas antes no había podido relucir en la calle por culpa de la amenaza de lluvia. Las ganas de contemplar a la Virgen estuvieron más que presentes durante la celebración, así como en los momentos previos y posteriores, cuando algunos aprovecharon para hacerse una foto con la imagen e inmortalizar el momento. 

El acto estuvo oficiado por los sacerdotes Fernando Salomón y Aurelio Báscones, quienes recordaron a través del evangelio cómo era la bendición de Jesús a los niños. El coro parroquial añadió la nota musical a la celebración, con un marcado compás de guitarra que acompañó los cantos en el interior del templo. 

HACIA LA BENDICIÓN. Finalizado el evangelio, los padres signaron la cruz en la frente de los hijos antes de dirigirse a los mantos. Fue en ese momento, el álgido de la celebración, cuando se formaron dos colas con una treintena de niños y sus acompañantes en cada una. Los carros desfilaron por el interior del templo hacia el retablo, ofreciendo así una de las instantáneas más reconocibles de la festividad de Las Candelas. 

Cerca de 60 niños (algunos de ellos recién nacidos) pasaron por uno de los dos mantos de la Virgen en un acto que podrán recordar en un futuro, dado que, participando en él, han continuado con la tradición devota en torno a la patrona de la capital. «Presentamos estos niños al Señor y a la Virgen de la Calle», pronunció el sacerdote. 

Por uno de los mantos, que relucía en el interior de la iglesia gracias a su tonalidad dorada, pasaron un total de 31 niños de diferentes edades, mientras que los restantes hicieron lo popio en el otro, situado a escasos metros.

Padres, madres, abuelos y allegados acompañaron a los jóvenes hasta el lugar donde se encontraba el sacerdote, quien les puso el manto en la cabeza para proceder a su bendición. Si bien los nombres fueron muy variados, hubo una alta participación de niñas con el nombre de Candela. Tales eran las ganas de cumplir con la tradición que incluso algunos familiares acudieron con una fotografía de sus nietos para que estos fueran también bendecidos. 

Aunque la precaria edad de los niños hará que muchos no recuerden haber participado en una celebración como la de ayer, la cofradía de Nuestra Señora de la Calle, como cada año, se encargó de inmortalizar el momento. Y es que a cada uno de los bendecidos que pasaban por el manto se le entregó una pequeña estampita con la talla mariana como recuerdo, una imagen que les ayudará en un futuro a recordar que fueron bendecidos por la patrona de la capital el 2 de febrero de 2025. 

Los palentinos que cumplieron ayer con este rito prácticamente duplican a los del pasado año, cuando la cifra de niños fue de 34. A pesar de ello, lejos quedan los casi 200 palentinos que participaron en la bendición el día de Las Candelas del 2007.  

El final de la celebración, como viene siendo tradición, estuvo marcado por un emotivo canto del himno a Nuestra Señora de la Calle. 

Amén de la presentación de los niños, la devoción por la patrona continuó con el Santo Rosario que tuvo lugar también en la iglesia de Nuestra Señora de la Calle. Al terminar, en la propia sede de la Virgen, tuvo lugar la Eucaristía que puso fin a la celebración litúrgica de Las Candelas.