Bajo una única consigna, luchar porque la comarca no caiga en el olvido y sus habitantes puedan salir adelante con proyectos que garanticen el futuro de los pueblos, la calle Jorge Manrique de Guardo fue llenándose, a primera hora de la tarde, de vecinos de todas las ideologías que tan solo buscaban el bien común.
Por su parte, el servicio de autobuses gratuito establecido para la ocasión comenzó a desplazar a los primeros velillenses hasta el punto de partida, pasadas las 16,30 horas.
Así, minutos antes de la salida de la manifestación, la calle era un hervidero de gente que se fue agolpando entorno a los organizadores que les dieron la bienvenida y agradecieron encarecidamente su asistencia.
Las primeras pancartas con lemas como Sí a la estación de esquí San Glorio, no al Parque Natural. Nosotros vivimos aquí, nosotros decidimos, ¡Estación de esquí San Glorio, ya! o Una solución ya para la estación, comenzaron a desplegarse momentos antes de dar comienzo el recorrido por las calles del municipio guardense donde se empezaron a escuchar las primeras consignas a favor de San Glorio.
Pasados unos veinte minutos, la comitiva abandonaba Guardo y emprendía su camino por la carretera P-215 hasta Velilla del Río Carrión. Por delante, cinco kilómetros de fraternidad entre los vecinos.
Eran las 18,15 horas cuando la cabeza de la manifestación se adentró en el caso urbano velillense. Allí les esperaban alguno de los vecinos que no pudieron bajar hasta Guardo pero sí quisieron estar presentes en los últimos metros de la manifestación que les llevó hasta la Plaza Mayor de Velilla donde se dieron cita residentes anónimos acompañados por los representantes políticos de la comarca a los que se unió un nutrido grupo de cargos públicos llegados desde la provincia de León afines al proyecto.
Un recinto que se quedó pequeño para albergar a tal cantidad de defensores del complejo invernal y de ocio, deseosos de lograr que la Montaña Palentina recupere el empuje económico que nunca debió perder.
La lluvia que amenazaba con hacer acto de presencia, se hizo visible minutos antes de llegar al final de la concentración, algo que no impidió que los asistentes permaneciesen atentos a las reivindicaciones de los organizadores que quedaron satisfechos con la respuesta de los vecinos.