La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunció ayer la falta de medidas preventivas contra el «estrés laboral» y pidió su urgente implantación en los centros sociosanitarios de la Junta, en concreto la residencia de mayores Puente de Hierro, de la ciudad, y el de atención a personas con discapacidad intelectual (Capdi) Nuestra Señora de la Calle, ubicado en el monte el Viejo. Señaló que esta carencia ya se comunicó «en varias ocasiones» a la Gerencia Territorial de Servicios Sociales, el Comité de Seguridad y Salud Laboral o la Seguridad Social (ITSS).
Por ello, el sindicato exigió que se realicen evaluaciones de riesgos laborales y planificación de medidas preventivas frente a riesgos ergonómicos y psicosociales, en todos aquellos puestos de trabajo de ambos centros sociosanitarios dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales, «al ser de obligado cumplimiento atajar el riesgo de sobreesfuerzos por manipulación de carga, movilización de personas con movilidad reducida, y sobreesfuerzos por movimientos repetitivos o vibraciones mecánicas».
Al respecto, solicitó la elaboración de los calendarios laborales para favorecer la vida familiar y personal, junto a la corrección de las causas por las que los tiempos asignados para la realización de ciertas tareas laborales, como son el baño o acostado de residentes o trabajos de comedor, «resultan muy ajustados». A su vez, desde CSIF se puso de manifiesto que en las visitas de sus delegados de prevención de riesgos laborales a los centros sociosanitarios aludidos, «las trabajadoras nos trasladan sus quejas por el empeoramiento de sus condiciones laborales».
De hecho, en septiembre se implantó en el Capdi Nuestra Señora de la Calle el modelo de unidades de convivencia «con falta de personal y sin medios suficientes», en el que se han instalado siete comedores, distribuidos en tres plantas: semisótano, planta baja y planta primera, con una única cocina ubicada en planta baja y un solo ascensor en funcionamiento. «Al coincidir horarios de comedores en las tres plantas, todo el personal del centro está sobrepasado. Las enfermeras no llegan a tiempo para distribuir toda la medicación a los usuarios y hasta que no llegan estas profesionales no se puede dar comidas, lo cual repercute en el resto de plantilla -técnicos de atención directa y personal de servicios- que tienen que desplazarse con los carros de alimentos y vajilla por las plantas con un único ascensor en servicio».
patologías. En septiembre de 2022 CSIF elaboró un estudio sobre los trastornos músculoesqueleticos (TME) en ambos centros residenciales, mediante encuestas validadas. El mayor porcentaje de estas patologías en los últimos tres meses se presentaron en la espalda (con un 79,3% de afectadas), cuello (67,8%), hombro derecho (51,7%), segmento mano-muñeca derecha (49,4%) y hombro izquierdo (41,4%).
En las conclusiones de este estudio, enviado a la Gerencia de Servicios Sociales, se constataba que el colectivo de trabajadoras de los centros sociosanitarios está especialmente expuesto a factores de riesgo ergonómico y psicosocial por los movimientos repetidos y manipulación manual de cargas; exigencias de atención; altos ritmos de trabajo; plazos cortos y falta de apoyo social que aumentan el riesgo de padecer molestias y daños músculoesqueleticos.
«La Gerencia ha hecho caso omiso de unas peticiones que vemos imprescindibles para mejorar la seguridad y salud de las trabajadoras, hemos acudido a la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social», concluyó CSIF.