Jesús Villameriel no es nuevo en el movimiento vecinal. Durante más de 16 años perteneció a la Federación de Asociaciones de Vecinos (Favpa) en representación de un colectivo no de la capital sino de la provincia, el de Revilla de Pomar. Conoce muy bien que, pese a que la sociedad ha dado la espalda a este tipo de colectivos ciudadanos, son una herramienta poderosa de transformación social. Con esa convicción, a sus 72 años, este fontanero-calefactor retirado ha dado un paso adelante para ponerse al frente de la nueva Asociación Vecinal Cívica del Carmen.
«Hemos puesto en marcha esta asociación por la problemática que padece el barrio en cuestión de seguridad. Un grupo de compañeros nos decidimos a ponerla en marcha», explica Villameriel, quien considera que tras una década sin asociación de vecinos en el barrio, «la convivencia se ha ido deteriorando hasta crear un problema terrible». «Surgieron los tirones, el trapicheo de drogras y otros problemas, así que unos vecinos decidimos que teníamos que dar un paso adelante», recuerda.
«Si soy presidente es, precisamente, por mi experiencia en el movimiento vecinal. Era reticente a aceptar al principio pero hay que ayudar al barrio», sostiene Jesús Villameriel, que reconoce que arrancar la asociación «está siendo un poco difícil». «La clave, en un primer momento, es reunir a gente que quiera ayudar. El movimiento vecinal hoy está muy en baja; no tiene nada que ver con cuando yo estuve implicado hace muchos años, cuando la gente se movía más», recalca.
No obstante, el presidente de la Asociación Vecinal Cívica del Carmen resalta que la acogida por parte del Ayuntamiento ha sido «muy buena». «Nos están recibiendo bien en todos los sitios, así que estamos contentos, sobre todo ahora que tenemos acceso a la sede de la asociación en el centro social del barrio», remarca.
Reivindicaciones. Villameriel y su equipo trabajan ya en la elaboración de un programa de actividades para el año y, además, han comenzado a moverse para empezar a dar soluciones a problemas enquistados en el barrio. «Un problema serio que tiene El Carmen, además del de seguridad, es el estado en el que se encuentran los soportales de la plaza», asevera el presidente vecinal. Los problemas de humedades existentes en terrazas privadas, techos de soportales y pilares de ladrillo de la plaza llevan años siendo un quebradero de cabeza para propietarios y vecinos. En varias ocasiones, incluso, se han tenido que vallar para evitar problemas mayores y aunque hace una década el Ayuntamiento tramitó un proyecto técnico de reparación de los soportales y terrazas de viviendas de la plaza del Carmen, una obra valorada en 389.000 euros que jamás vio la luz.
«No sabemos de qué forma pero ya es hora de que se dé una solución. Vamos a intenterlo, sobre todo ahora que hay fondos europeos que se pueden aprovechar», sostiene Villameriel. El presidente vecinal reconoce que después de 10 años sin una voz que defienda al Carmen, el barrio necesita de inversiones. «No somos ni más ni menos que otros barrios, pero existe una dejadez con El Carmen que se debe saldar a en cuanto a obras, asfaltado, etc. Sabemos que es casi imposible conseguir todo a la vez, pero vamos a luchar por ello», sostiene.
De hecho, El Carmen ha sido uno de los primeros barrios que ha visitado el concejal de Obras, Álvaro Bilbao, en su periplo por la ciudad para conocer las demandas ciudadanos y, con ellas, establecer el plan de obras y asfaltado de este año.
La necesidad de mejorar la iluminación en algunas calles, el mantenimiento de zonas ajardinadas, el asfaltado de la calle Sagrada Familia, el adecentamiento de la zona de las escaleras que va a la fuente desde los arcos de la rosaleda, así como la ampliación de la zona de juegos del parque infantil en frente del colegio Marqués de Santillana o el arreglo de un pronunciado bache en la calle de Fernando Álvarez de Miranda son algunas de las peticiones que le trasladó el propio Villameriel y su directiva.
Campaña de socios. Paralelamente, la asociación también ha iniciado una campaña de captación de socios. Este viernes, a las 19,30 horas, el Lecrác acoge la puesta en escena de Mi barrio, una obra del periodista y actor Juan Francisco Rojo. «Hemos abierto una campaña y queremos que los vecinos se unan porque si no responden, una docena de personas no puede llevar el barrio», comenta. El Carmen es uno de los barrios más interculturales de Palencia y Jesús Villameriel cree que no debe suponer ninguna traba para que la asociación gane músculo. «Cuando los problemas nos afectan a todos, la gente se conciencia más. La inseguridad la padecemos todos, no distingue de razas ni procedencias. Si todos queremos que el barrio funcione, todos tienen cabida», añade.
Además de ese carácter reivindicativo, este colectivo también quiere mirar a la cultura. «Una asociación no tiene sentido si solamente se dedica una cosa. Tenemos un programa cultural en el cual están incluidas las fiestas patronales -que tendrán lugar a mediados de julio- pero también muchas otras para que los vecinos se integren y participen con nosotros», comenta.
Así, además del monólogo de este viernes, se celebrará una cita con cuentos antiguos como protagonistas para el Día del Libro, y de cara a los próximos meses también se realizarán actividades sobre mujeres y cuentacuentos para los más pequeños. «También estamos en contacto con las asociaciones que tenían programadas cosas y vamos a llevarlas a cabo en conjunto», añade Villameriel.