El centro penitenciario de La Moraleja de Dueñas ha formalizado tres expedientes de otros tantos internos para poder optar a uno de los indultos que tradicionalmente concede el Consejo de Ministros de cara la Semana Santa de este año, según confirmaron a este periódico fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
El protocolo indica que la Hermandad de Cofradías, a petición de la organizadora, debe cursar en tiempo y forma una petición ante la Subdelegación del Gobierno para conseguir el indulto de un preso. La junta de tratamiento del centro penitenciario de La Moraleja, tras recibir el visto bueno, busca entre los internos aquellos perfiles que se puedan ajustar a dicha petición y, si hay alguno, se eleva la propuesta al consejo de ministros, que el Viernes de Dolores habitualmente confirma los indultos que se conceden ante las propuestas de las distintas cofradías presentes a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Cabe recordar que con Pilar Llop al frente del Ministerio de Justicia, desde julio de 2021 hasta noviembre de 2023 bajó el ritmo de concesión de indultos por parte del Ejecutivo, pero la tradición pesa y, con motivo de la Semana Santa de 2023, seis reos fueron indultados a propuesta de diversas cofradías españolas, aunque ninguno a petición palentina.
No obstante, un preso de la cárcel de Dueñas participó el pasado año de forma voluntaria en la procesión, después de que el Gobierno rechazase conceder esta medida de gracia.
Palencia no ha logrado esta medida que habitualmente solicitaba la Hermandad desde 2014, después de que la tradición se hubiera reanudado en 2011 con un reo liberado y que desfila habitualmente en Jueves Santo.
El entonces director del centro penitenciario de La Moraleja de Dueñas, Javier Díez, confirmó a Diario Palentino que «estuvimos supervisando esta posibilidad, pero definitivamente ningún interno cumplía actualmente con los requisitos exigidos para beneficiarse de un indulto oficial».
«Sin embargo, hemos propuesto a la Hermandad, y creemos que la petición puede llegar a buen puerto, la posibilidad de que algún voluntario que está a punto de cumplir la condena que le fue impuesta o que disfrute de un permiso penitenciario en esos días, pueda participar, siempre de forma voluntaria, en esta procesión. Por el momento, no hemos recibido una respuesta pero, insisto, creo que podría ser factible», explicó y así se cumplió.
Por lo demás, la junta de tratamiento del centro penitenciario eldanense también trabaja en la posibilidad de contar con la participación en dicha procesión de un interno que ya goza del tercer grado, por lo que actualmente solo acude al presidio palentino. Esta posibilidad podría ser factible en el caso de que la terna de candidatos propuestos para el indulto no sea aceptada por el Gobierno central. Los toques del tararú, una de las singularidades de la Semana Santa de Palencia, marcan el ritmo de una procesión que recorre las principales calles del centro histórico en silencio, haciendo gala de la austeridad, la sencillez y el respeto que caracteriza los desfiles palentinos.
Los cofrades de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, con túnica y capillo rojo, en recuerdo de la sangre del redentor, cíngulo blanco, en señal de penitencia y capa blanca, como símbolo de la gracia y luz divina, cierran en todo momento el recorrido. En la plaza Mayor, donde espera Nuestra Madre Dolorosa, se celebra el acto del indulto con el preso en cuestión y si no lo hay se suple con el recuerdo al indulto de Barrabás y la imagen simbólica de uno de los hermanos portando unos grilletes sobre un cojín.
Finalizada la ceremonia, se retoma la procesión que concluye en el mismo punto donde parte, la iglesia de la Compañía.