El procurador de Podemos en las Cortes de Castilla y León, Pablo Fernández, denunció el "fracaso y la engañifa" que supone, a su juicio, la oficina 'antiokupa' puesta en marcha por la Junta, desde cuyo Gobierno, en voz del consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se defendió "en términos de eficiencia de recursos, especialidad, disponibilidad y eficacia".
"La incidencia de las oficinas es obvia", señaló Suárez-Quiñones durante el debate parlamentario celebrado hoy en las Cortes de Castilla y León. Y es que el consejero de Vivienda afirmó que se han llevado a cabo "179 consultas de distinto tipo" y el portal web de la Junta ha recibido 5.496 visitas desde el inicio del funcionamiento de la oficina: "No son pocas".
Además, recordó que "no le cuesta un euro a la Junta" ya que el funcionamiento de esta oficina lo realizan las Cámaras de la Propiedad Urbana gracias al convenio suscrito con la Junta, y su labor se circunscribe a facilitar información especializada a la ciudadanía para "saber cómo actuar en caso de ocupación".
Sin embargo, Fernández criticó la respuesta de Suárez-Quiñones por ser "inaudito ver hasta dónde son capaces de llegar para ocupar su incapacidad y el fracaso de sus políticas". Porque, en opinión del procurador de Podemos, "en Castilla y León en modo alguno hay un problema de ocupación" sino "un verdadero drama por la dificultad de acceder a una vivienda digna, especialmente entre los jóvenes".
Se remitió entonces a los datos de la propia Consejería de Medio Ambiente y Vivienda para contraponer las "147 consultas en toda la Comunidad" realizadas a la oficina 'antiokupa', "24 consultas al mes, ni siquiera una diaria de media", con el hecho de que "Castilla y León es la comunidad con más jóvenes residiendo fuera, la quinta con peor tasa de emancipación juvenil y aquella en la que el precio del alquiler se ha incrementado un 8,5 por ciento".
"Hay una enorme dificultad para acceder a la vivienda por sus inanes políticas", concluyó Pablo Fernández, entre las que significó la propia oficina 'antiokupa' que calificó como "chiringuito ideológico" de PP y Vox para "crear un clima de alarma social en torno a un problema que en Castilla y León no existe".