Carlos Urbaneja Montoya nació el año 1948 en Reinoso de Cerrato. Su padre trabajaba en una empresa de maquinaria agrícola y tenía algunas tierras; su madre se ocupaba de la casa de una familia numerosa. Nuestro protagonista fue el quinto de siete hermanos.
Los primeros recuerdos de infancia están ligados al pueblo, a la familia y a los inicios escolares, aunque los que cobran más fuerza son los relacionados con la capital palentina, a la que la familia se trasladó cuando él era pequeño. «No se me daba mal estudiar y me acuerdo de mis profesores del instituto, donde cursé hasta cuarto de Bachillerato y reválida, pero mi cabeza y mis deseos estaban en Reinoso», comenta, y añade que hubo épocas en las que iba a venía a diario en bicicleta. Lo cierto es que hoy sigue teniéndolo muy presente, no solo por ser su lugar de origen, sino porque le cuesta entender que estando a unos pocos kilómetros de Palencia, no haya más gente viviendo allí.
«Muchos se han ido a Villalobón, a Villamuriel, a Magaz o a Fuentes de Valdepero, pero no a Reinoso, que está a 14 kilómetros de la capital y es un lugar bonito para vivir».
A Carlos Urbaneja, que se jubiló a los 63 años, después de cuatro décadas largas ante los micrófonos de la radio pública, no se le pasaba por la cabeza cuando era un chaval trabajar en ese medio de comunicación. «Me gustaba escucharla, pero no pensaba en ella como vía profesional; en realidad no me planteaba qué quería ser de mayor», confiesa.
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