El Zunder Palencia tiene muy complicado seguir un año más en la Liga Endesa, pero las matemáticas indican que la salvación todavía es posible. Al cuadro palentino le quedan cuatro partidos por disputar, Baskonia, Bilbao, Obradoiro y Unicaja, y deberá ganar todos para superar un reto que parece imposible. O, para Luis Guil, casi imposible. «No somos un equipo descendido. Está claro que ahora lo tenemos muchísimo más difícil. La gente diría imposible, pero yo digo casi imposible. Podemos hacerlo. Lo vamos a intentar. Y para eso tenemos que ganar a un equipo de Euroliga, algo que no hemos hecho hasta ahora aunque hemos competido contra ellos. Ya no vale solo con competir porque entonces las matemáticas probablemente no nos valdrán», reconocía el entrenador del Zunder Palencia en la rueda de prensa previa al encuentro del sábado (20,45 horas) ante el Baskonia, que se desarrollaba esta mañana en el establecimiento de Gaban de la capital.
Sobre el conjunto vitoriano, Guil explicó que «Baskonia es un equipo con muchísimo talento y muy físico, uno de los mejores en ataque, de los que más tiros de tres mete en esta liga. Nosotros últimamente no hemos defendido bien los tiros de tres, por lo que debemos de corregir ese aspecto. Baskonia tiene jugadores muy polivalentes, capaces de jugar en varias posiciones. Incluso un cinco como Costello puede tirar de tres. Howard es su referencia ofensiva, ya lo vivimos en nuestras carnes en el partido de Vitoria, justo antes de llegar yo a Palencia. Tenemos que dar un gran nivel físico y de concentración. Cualquier error Baskonia te lo castiga porque siempre tiene cinco jugadores con capacidad de anotar. Esperemos que la corrección que hicimos en el rebote en el último partido la aumentemos con la reducción de las pérdidas y del tanto por ciento de tiro de tres de Baskonia. Esas son las claves para el partido».
Los vitorianos llegan a Palencia después de su doble cita europea entre semana y con varios jugadores siendo duda. «Cuantos menos vengan, mejor. Eso no quita que tengan 14 jugadores. Si no viene uno, viene otro, y muchas veces son jugadores que se quieren reivindicar. Lo que no nos vale a nosotros es que ellos vengan cansados y aun así salgan más intensos, en ese caso no estaremos haciendo las cosas que tenemos que hacer», argumentaba.
El entrenador morado incidía en la energía. «Tenemos que vivir en el mismo nivel de intensidad todos los días. Está bien entrenar duro, pero hay que mostrar ese nivel de competitividad. También entre los propios compañeros. En echarle la bronca a uno si no hace bien la ayuda, si no ha llegado pronto al balance, si no ha cerrado el rebote. Eso es lo que tiene que hacer Palencia siempre, nunca podemos perder nuestra identidad», aseguraba.
Con respecto a su equipo, Guil sigue sin tener ninguna queja de los jugadores. «Son muy trabajadores y están comprometidos al cien por cien. Pero a veces hay que demostrarlo en el partido en el momento en el que te lo estás jugando todo. Eso es competir y ese es el grado que creo que nos falta un poco. Tenemos pocos jugadores con la experiencia para esto. Ojalá jugaran como entrenaran. Al mismo nivel físico y de compromiso que luego, a veces, les falta. Ahora jugamos contra un equipo de Euroliga de esas características, físico e intenso. Tiene un róster muy largo, con muchos jugadores. Vamos a tener que estar al cien por cien para estar a la altura de nuestros propios aficionados, para seguir teniendo las pocas posibilidades que tenemos de quedarnos en la categoría. Esperamos llegar a la última semana teniendo opciones, ese es el objetivo del equipo», proseguía el sevillano.
Respecto a la poca experiencia de la plantilla, Guil volvía a poner el foco en Vitor Benite y Conner Frankamp, dos de los jugadores con más veteranía del róster palentino. «Esta semana los dos han dado un paso más. Pero a veces es un quiero y no puedo. El otro equipo no es tonto, sabe cuáles son los focos de atención. Ellos, siendo jugadores importantes, tienen que estar preparados para esa situación. Aun así, han cogido las riendas del equipo. No solo a nivel de juego, sino también de conversación, de hablar con los compañeros, de exigirles que tenemos que seguir dando el nivel estemos como estemos», sentenciaba.