Pasos que valen oro en la carrera contra el cáncer

Pablo Torres
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David Ontaneda finaliza su reto de 100 horas arropado por los 5.000 inscritos en la XII Marcha Solidaria contra la enfermedad. La ciudad volvió a teñirse de naranja por un buen y noble motivo

Aplausos, halagos y mucha emoción para recibir a Ontaneda - Foto: Sara Muniosguren

Halagos, aplausos y, sobre todo, mucha emoción. Así recibió Palencia a David Ontaneda, el ultrafondista que ayer, al llegar a la avenida de la República Argentina, selló el reto de correr 100 horas contra el cáncer. 

El incalculable esfuerzo físico que Ontaneda ha demostrado durante estos cuatro días pasó a un segundo plano, pues la solidaridad y la motivación por una buena causa como es la lucha contra el cáncer han sido el horizonte en el que el corredor se ha fijado para seguir adelante. «Ha habido momentos difíciles por el agua, las bajadas de tensión... Ha sido complicado salvar el último día porque el cuerpo ya estaba sometido a mucho estrés, pero con la ayuda de Ángel (médico que le acompañó) lo pudimos solventar», relató el corredor tras la consecución del reto.

David Ontaneda inició la marcha a las 8 de la mañana del pasado miércoles, cuando los rayos de sol teñían de dorado la emblemática figura del Cristo del Otero. Desde allí se dirigió al parque de los Jardinillos, donde ha desarrollado la mayor parte del reto. Para ello, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Palencia preparó un circuito particular de 650 metros que este amante del atletismo recorrió en todas las direcciones posibles, sin parar, y acompañado por diferentes corredores que se sumaron a él en varios momentos. 

Sobre las 11,30 horas, Ontaneda emprendió la marcha hacia República Argentina, el último tramo de su tan alabada hazaña. Una comitiva con decenas de corredores le acompañó en este último esfuerzo, a quienes se sumaron otros tantos viandantes que, a lo largo de la calle Mayor y hasta El Salón, quisieron esperarle para mandarle ánimos. 

Ya en la plaza de Pío XII, la ciudad respondió a la altura de su esfuerzo. Gritos de ánimo e interminables aplausos marcaron la estampa que le acompañó hasta la línea de meta. Allí, con la bandera de Palencia sobre su espalda, se fundió en un abrazo con la presidenta de la AECC en Palencia, Rosa María Andrés. Una instantánea que representó lo que las 100 horas contra el cáncer significaron, y que culminó con la sensación «del trabajo hecho». «Es la sensación de poner un punto más el límite del cuerpo», aseguró Ontaneda, quien continuó unos metros más hacia la plaza de España chocando manos y recibiendo los halagos de sus paisanos. 

Amén de los miles de palentinos allí congregados, entre los que no faltaron amigos y familiares, el corredor fue también recibido por la alcaldesa de la capital, Miriam Andrés. 

De reconocer fue también el esfuerzo del corredor Daniel Rodríguez, quien acompañó a Ontaneda durante gran parte del reto, si bien tuvo que parar al segundo día por una herida en el pie. «He estado muy acompañado, da gusto correr así», apuntó al respecto.

MARCHA. La llegada de David Ontaneda al punto de salida ubicado en República Argentina dio paso a la XII edición de la marcha contra el cáncer, organizada por la AECC y el Club de Atletismo Saborea Cuatro Cantones.
Una marea de 5.000 inscritos tiñó de naranja el centro de la capital. Los chubascos marcaron la tónica de la mañana y, a pesar de que estos se detuvieron al mediodía, las ligeras gotas fueron un acompañante más durante el recorrido. 

La presidenta de la AECC en Palencia, Rosa María Andrés, marcó el inicio de la marcha con el pistoletazo de salida. Así las cosas, los inscritos partieron en dirección hacia Pío XII para, a continuación, dirigirse a la avenida de Castilla hasta el cruce con la plaza de Juan XXIII. El recorrido prosiguió por el obispado, las plazas de San Pablo y de León y la calle Mayor. El trayecto concluyó en República Argentina, en el punto de salida. 

Muchos fueron los que optaron por hacer la marcha corriendo, aunque la mayoría decidió seguir un paso más ligero. Así las cosas, el inscrito con el dorsal 1059 fue el primero en cruzar la línea de meta. 

Antes de la carrera, la animación fue una constante entre los allí presentes. Diversión y solidaridad se aunaron gracias a la música (acompañada de una batucada) y el sentimiento de visivilidad que, amén de la recaudación económica, manifestó la solidaridad de los palentinos. 

En el recorrido, corredores y andarines fueron preparados con chubasqueros y paraguas ante las previsiones de lluvia. Cabe recalcar que el agua no fue ningún impedimento para que la ciudad, otro año más, se sumara a esta causa solidaria que busca dar visibilidad a la lucha contra el cáncer. 

Desde la AECC en Palencia se trabaja por la prevención, concienciación e información de la enfermedad. La entidad persigue el objetivo de que la tasa de supervivencia en 2030 sea del 70 por ciento.

 

Un año «especial» en el que la lucha contra la enfermedad cobra fuerza

La presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Palencia, Rosa María Andrés, definió la última edición de la Carrera yMarcha contra la enfermedad como «especial». No es para menos, pues los actos organizados en la capital para visibilizar y concienciar sobre el cáncer se han ampliado a tres: la propia marcha, el reto 100 horas contra el cáncer de David Ontaneda y la celebración del Día Mundial del Paciente Ostomizado. Iniciativas todas ellas que tuvieron como hilo conductor la solidaridad de los palentinos.

«Es extraordinario ver cómo cada año vamos aumentando el número de participantes en la carrera», subrayó Rosa Andrés, quien manifestó su«entusiasmo» por toda la gente que durante las últimas semanas acudió a alguno de los puntos habilitados para la inscripción.

A pesar de que la lluvia frenó las expectativas del colectivo, que estaban fijadas en 6.000 inscritos, los 5.000  con los que contó la marcha representan una cifra superior que la del pasado año, cuando la afluencia de camisetas naranjas fue de unas 4.600 personas.

Una evolución que da buena cuenta del compromiso de Palencia con una causa tan buena y noble como es la lucha contra esta enfermedad.