El Ayuntamiento ha declarado desierto el concurso público para adjudicar las obras de peatonalización de la calles Burgos, Don Sancho, La Cestilla, Menéndez Pelayo y Antonio Maura, así como de la plaza de Isabel La Católica, es decir, las vinculadas a los fondos europeos para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
El motivo es que ninguna empresa se ha interesado por este contrato valorado en 1.073.084 euros, que se financiarán con cargo a la segunda convocatoria de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Financiado por la Unión Europea-NextGeneration EU.
Un revés en la planificación del Ayuntamiento, ya que la Concejalía de Urbanismo confiaba en que las obras arrancaran después de Semana Santa y se alargarán durante siete meses, hasta noviembre siempre. La mesa de contratación certificó el pasado 30 de enero que ninguna constructora se había interesado por ejecutar este contrato, por lo que ahora el Consistorio no tendrá más remedio que abrir un procedimiento negociado con empresas del sector para encontrar a alguna interesada.
Cabe recordar que el Ayuntamiento ideó este proyecto de semipeatonalización para «ofrecer accesibilidad, comodidad y un entorno urbano más humanizado» a través de la «recuperación del espacio para el peatón y renaturalizando el centro de la ciudad e impulsando el comercio, la hostelería y el turismo».
El principal cambio que propone es que las calles Don Sancho y La Cestilla queden reducidas a un solo carril de circulación, de forma que los vehículos solo puedan transitar desde la iglesia de La Compañía hacia la Diputación. En estas dos calles -y también en las de Burgos, Menéndez Pelayo, Antonio Maura y la plaza de Isabel la Católica- se renovarán los acerados y suministros y se elevará la calzada con adoquines descontaminantes, por lo que el resultado final será similar al de los tramos renovados de la calle Mayor Antigua.
Las mejoras que se implantarán -si es que el Ayuntamiento logra encontrar una constructora interesada- varían en función de la vía, pero solo exigirán sacrificar aparcamientos en la calle Burgos, donde desaparecerán diez plazas -5 en cada lado al principio de la calle-, la zona de carga y descarga y los aparcamientos que tiene reservados la Diputación.